Días atrás un matrimonio tuvo un problema con la tarjeta de débito cuando quisieron retirar dinero de un cajero.

El sistema les retuvo los 4.000 pesos que intentaban extraer, aunque el ticket de la operación decía que se había entregado el efectivo.

Debido al inconveniente, se dirigieron a la sucursal del Banco Santa Fe, pero como no tenían turno les dijeron que se comunicaran al 0800 para solucionar el inconveniente por esa vía.

Intentaron varias veces, pero la comunicación se cortaba. Entonces, la mujer decidió comunicarse por las redes sociales. Envió un mensaje al Instagram oficial del Banco Santa Fe contándoles sobre el problema que tenían y esperó la respuesta.

A los tres minutos, recibió un mensaje desde otra cuenta, que tenía la misma imagen que la de la entidad bancaria, pero resultó ser falsa, algo que Patricia no notó en un primer momento. Desde la cuenta le dijeron que era un asistente virtual y que dejara el teléfono para comunicarse y poder resolver el problema.

Más tarde, recibieron una llamada de una persona que decía ser empleada del banco “con mucha preparación y mucha idoneidad” comenzó a explicarles que les iban a reintegrar el dinero.

“La verdad es que nos envolvieron”, relató la mujer quien describió que desde el otro lado se escuchaban ruidos de un call center. “Uno cree estar hablando con alguien del banco y le dimos algún dato extra que les sirvió”.

En medio de las gestiones, la comunicación se cortó y cuando intentaron llamar nuevamente al número desde el que se habían comunicado, supuestamente desde el banco, no lo lograron.

Probaron ingresar al home banking para ver si le habían reintegrado el dinero y el sistema estaba caído.

Entonces, volvieron al banco y al contar la situación les dijeron que los habían estafado. Como si fuera poco, los delincuentes habían usado los datos para sacar un crédito por una gran suma de dinero e hicieron una transferencia por más del 50% del monto total a otra cuenta.

Si bien, intentaron hacer otra operación recientemente, ya fueron detectados y el sistema se lo impidió. No obstante, el matrimonio intentó gestionar con el banco para revertir las operaciones que les afectan gravemente.

Aunque lo más llamativo de esta situación es el modo en que los engañaron, que se diferencia de la modalidad del “cuento del tío” donde se comunican directamente y en cualquier momento.

En este caso, parece ser que los delincuentes vigilan los movimientos de los usuarios bancarios y están a la expectativa para aprovecharse de la situación.

Desde la entidad todavía no le dieron respuestas sobre cómo pudo ocurrir esto y si fue producto de un hackeo de las cuentas de redes sociales o algún otro tipo de artimaña de las que se sirven los ciberdelincuentes.

El testimonio de la mujer sirve para alertar a otros para que no les ocurra lo mismo y estén atentos ante este tipo de engaños.

Con información de LT10