La escena se desarrolló en las últimas horas de la tarde del lunes en una vivienda de barrio Las Flores, en la zona noroeste de la ciudad de Santa Fe. Una suboficial de la Policía de Santa Fe, atravesada por una fuerte crisis emocional, se encerró en su domicilio con su arma reglamentaria. La situación generó un amplio despliegue policial y momentos de extrema tensión.
Del hecho se tuvo conocimiento pasadas las 19.45, cuando efectivos de la Unidad Regional I fueron comisionados a una vivienda ubicada en pasaje Jesús Misericordioso 4300, tras un aviso que daba cuenta de una persona armada dentro de la casa.
La protagonista resultó ser una integrante de la propia fuerza: la suboficial, quien, según los primeros reportes, se encontraba en estado de crisis nerviosa producto de problemas maritales.

Encerrada con su arma y el chaleco
Fuentes policiales confirmaron que la mujer se atrincheró en el interior de su vivienda, portando su pistola reglamentaria y su chaleco antibalas. En un primer momento, se informó que dentro del inmueble también se hallaba una menor de edad, situación que elevó el nivel de alerta entre los uniformados apostados en el lugar. Sin embargo, luego se constató que la niña fue puesta a resguardo y que la suboficial permanecía sola dentro del domicilio.
Tras varios minutos de máxima tensión, la Central 911 dispuso el envío de móviles del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) para intervenir en la escena. Por protocolo, se ordenó no entablar comunicación directa con la mujer hasta la llegada del equipo especializado, a fin de evitar cualquier desenlace trágico.
La cuadra fue cercada y los vecinos permanecieron expectantes ante el inusual despliegue de patrulleros, ambulancias y personal del SIES 107, que se encontraba de apoyo.
Con la llegada del GOE y personal superior, se logró establecer un diálogo controlado con la suboficial. Minutos más tarde, y tras un arduo trabajo de contención, los agentes lograron que mujer depusiera su actitud y entregara las armas y los chalecos reglamentarios. La situación, que se extendió durante varios minutos de tensión, culminó sin heridos.
Investigación y asistencia psicológica
Las autoridades dispusieron que la mujer reciba asistencia médica y psicológica inmediata, motivo por el cual se la trasladó hasta el hospital Iturraspe, al tiempo que se iniciaron las actuaciones administrativas correspondientes para evaluar su situación dentro de la fuerza, a la vez que se informó de todo lo acontecido al fiscal en turno.
El hecho dejó al descubierto el impacto emocional que viven muchos efectivos policiales, quienes enfrentan diariamente situaciones de estrés y violencia, muchas veces sin el acompañamiento necesario.