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Una familia de santafesinos lo perdió todo por el temporal en Valencia

La gran inundación afectó su hogar y dos locales comerciales en la localidad de Picaña. El agua y el barro provocaron pérdidas materiales totales, mientras que ellos salieron ilesos. Sus amigos lanzaron una colecta desde Santa Fe para ayudarlos.

Una familia de santafesinos fue duramente castigada por el temporal DANA en Valencia, España. Se trata de Guillermina Spiekermann y Leonardo “Lalo” Miretti, a los que se suman sus hijas y nietos, que viven en el epicentro del desastre. Lo perdieron todo: su hogar y los dos locales comerciales con los que subsistían, más los vehículos. Ahora no saben cuánto tiempo les llevará intentar volver a la normalidad de la vida, ni saben si podrán regresar a su casa, todavía invadida por el agua y el barro contaminante.

La familia Miretti Spiekermann reside desde 2017 en Picaña, ubicada en la provincia de Valencia, una de las localidades afectadas; mientras que una de las hijas, el yerno y nietos residen en Paiporta, que es la ciudad más duramente castigada por DANA. “Ahora yo estoy en el departamento de mi hija, en Paiporta, porque es un tercer piso y no lo afectó, pero el resto de la ciudad está devastada”, describe Leonardo.

“Estoy desde hace dos días encerrado acá porque soy inmuno deprimido”, explica luego el hombre de 50 años que atravesó un cáncer. “Hoy por hoy estamos bien, tratando de sobrevivir, pero me tengo que cuidar porque hay pestes por todos lados, producto del barro y la contaminación”, describe. “El agua arrasó industrias y todo, y encontraron bacterias de todo tipo”.

MÁS DE 200 MUERTOS

Picaña sufrió la semana pasada catastróficas inundaciones debido al temporal de “gota fría” o fenómeno meteorológico DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que arrasó con carreteras, puentes y viviendas, dejando hasta el momento más de 200 muertos y cientos de damnificados en la provincia de Valencia. Las intensas lluvias desbordaron ríos y sistemas de drenaje, sumergiendo calles enteras bajo el agua y causando estragos en cultivos y propiedades. La comunidad, profundamente afectada, enfrenta ahora el desafío de la reconstrucción en medio de una emergencia humanitaria.

Sobre la situación que atraviesan con su hogar, en Picaña, Miretti cuenta que la limpiaron, “tuvimos que tirar todo lo que había adentro, pero no sabemos si podremos volver. Además perdimos dos tiendas, que eran nuestro sustento de vida. Estamos viendo cómo reorganizar la vida, perdimos el auto también”, sigue enumerando.

A SALVO

Lo único positivo de todo el desastre es que todos los integrantes de la familia están vivos y están bien. “Nunca esperamos vivir esto, habíamos zafado de la inundación de Santa Fe en 2003, pero nos agarró la de 2007 en Rincón y tuvimos que ir a refugiarnos a lo de mi abuela”, recuerda Miretti, “y ahora esto, un desastre”.

“Esto es de hoy, se perdió todo, menos la vida y la esperanza”, publicaron Guillermina y Leonardo en sus redes sociales en Internet, junto a fotografías de su casa destruida y llena de barro. “Momentos duros, pero muy acompañados por mucha gente, muchos de acá y de allá”, continúan sus palabras. “Quienes nos conocen, saben que con Guillermina hemos pasado cosas muy duras, y esta será otra más para el recuerdo”, se fortalece Leonardo y mira hacia adelante.

En medio del caos, los amigos y familiares de estos santafesinos en España lanzaron una colecta solidaria para ayudarlos (CBU 1430001713027561960015). “Acá nos han ayudado mucho las empresas privadas y la gente, porque hasta el momento el Estado brilla por su ausencia”, dijo Miretti.

Por Nicolás Loyarte / gentileza El Litoral