Víctor Sarnaglia, quien dejó de ser en las últimas horas el jefe de la Policía de Santa Fe, habló en conferencia de prensa este lunes al mediodía y dijo que “es doloroso tener que irme en este momento. Es un día muy duro para mi familia, para la policía y para mí. Yo no tengo ninguna causa en mi contra. Yo no estoy imputado en nada y solo fui llamado a declarar como testigo”.

El ex funcionario dijo ante los periodistas: “Ustedes saben dónde vivo. Mi hija es repostera, mi mujer costurera y mi yerno es albañil. Somos una familia de laburantes. ¿Ustedes piensan que puedo tener que ver algo con la recaudación del juego ilegal?”.

Sarnaglia sugirió que alguien aprovechó esta causa para vincularlo y dejarlo sin el cargo, aunque no dio ningún nombre o dato preciso.

El experimentado agente dijo que “la policía tiene muchos problemas, el más importante es el salarial. Hoy ganan 700 pesos menos que un empleado de comercio. Nos faltan 500 hombres, infraestructura y condiciones para los vehículos. Hoy, los policías prefieren retirarse y buscar otro trabajo que seguir en la fuerza”.

Consultado sobre la relación personal que tiene con el gobernador y si se vio afectada por este pedido de renuncia, el ex jefe expresó: “Yo creo en Omar Perotti, el me manifestó la idea de seguir trabajando juntos”, y cuando le consultaron si aceptaría que el gobernador lo llame como asesor contestó que “sería un honor”.

“Le pido perdón a los policías honestos y trabajadores por no haber logrado lo que merecían. Yo no soy un corrupto y la mayoría de los policías no son corruptos”, fueron las últimas palabras de Sarnaglia.