8 de julio de 2024

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Santa Fe: perdió una mano en la picadora, pero no se rinde y sigue trabajando de carnicero

Un joven que había sufrido un grave accidente laboral el 12 de setiembre de 2022 en Desvío Arijón, departamento San Jerónimo, lejos de dejarse vencer por la adversidad, creció en todo sentido, manteniendo su trabajo e incluso siendo parte fundamental del plantel campeón del Coronda Rugby, equipo que el domingo le dio la segunda estrella a la institución.

Con familia y amigos, luego del partido final, y la gran alegría de la vuelta olímpica.

El hecho había ocurrido en la sección carnicería de un autoservicio de esa localidad, en horario vespertino en esa jornada, en el momento en que Uriel Alejandro Castro Martínez, nacido el 6 de junio de 2002, manipulaba carne, metió la mano derecha en una picadora con tanta mala suerte que quedó aprisionada provocándole heridas graves e irrecuperables para su extremidad.

Tanto fue así que tuvo que ser auxiliado por los Bomberos Voluntarios de Coronda y trasladado en ambulancia del SIES 107 con la máquina adjunta por el nivel de dificultad que implicaba el aprisionamiento. En el Hospital José María Cullen de Santa Fe fue estabilizado pero en la intervención quirúrgica tuvieron que amputarle la mano derecha porque había quedado literalmente destrozada.

Un difícil proceso de superación

A partir de allí, más allá de la sanación de las heridas propias de ese accidente, debía analizarse su reacción anímica y psicológica ante semejante vicisitud, y quizás la mejor referencia al respecto la tenga el técnico deportivo y referente sobre deporte juvenil, José Luis Román, quien explicó que “hablame de perseverancia, lucha, Uriel, flamante campeón con el Corondá Rugby, perdió una mano en un accidente, sin embargo se repuso psicológicamente y siguió luchando por su deporte preferido, el club lo protegió y sus compañeros lo apoyaron de la mejor manera” indicó y luego agregó que “cuando hablamos de deporte y decimos familia, y decimos trabajo y tenacidad, acá está uno de los ejemplos más claros, sigue con su oficio de carnicero, y el arijonense hoy es un jugador más del campeón del torneo, es todo un orgullo para nosotros, la gente de Desvío Arijón”.

Efectivamente, Uriel, quien hizo todas las formativas en el equipo ganador del Dos Orillas, luego de un paso por Esperanza por razones de mudanza familiar, volvió y continuó entrenando y preparándose para cada partido, siendo un forward o pilar siempre requerido por el head-coach de Los Indios, Sebastián López.

Hoy, con 22 años, sigue trabajando y continúa jugando en dos actividades donde las manos son fundamentales y hay que hacer mucho esfuerzo para disimular esa ausencia física.

Sin embargo, el pibe disfrutó de la vuelta olímpica, sigue trabajando pero demostró que más que un campeón del rugby, se ha convertido en un verdadero campeón de la perseverancia. Donde muchos van hacia abajo, el chico se paró con más fuerza, como un verdadero rugbier de la vida.

Fuente: El Litoral