Una mujer fue víctima de un ladrón que ingresó a su propia casa cuando ella estaba durmiendo, en el macrocentro de Santa Fe. El delincuente había cometido al menos dos entraderas anteriores y su intención era utilizar a la mujer «como escudo» para poder escapar de la policía: «Pensé que me violaba».
«Entró por la ventana, se me abalanza y me tapa la boca. Me dice ‘No grites porque te hago boleta’. Me empezó a besar y yo le dije, ‘no me hagas nada, tengo dos hijos, puedo ser tu mamá'», relató la entrevistada, que estuvo a expensas del delincuente, desde el móvil de AIRE.
La mujer relató paso a paso cómo se enfrentó al hombre, intentando manejar la situación hábilmente para que no se descontrolara. «Estaba entre sacarse el pantalón y escucharme mientras yo le decía ‘No me violes porque vas a ir en cana de nuevo’. Él me respondió ‘Yo no quiero hacerle nada, señora. La policía me quiere agarrar’. Entonces le dijo ‘bueno, yo te voy a ayudar’.
La charla entre ambos continuó en forma ‘amigable’ y el ladrón le confesó: «Mi mamá tiene leucemia, yo no tengo trabajo, estuve preso, quien me va a dar trabajo a mí». El intruso le contó a la víctima que tiene 26 años. La mujer le ofreció Coca Cola y pan con queso. El delincuente prendió un pucho.
«Estábamos abriendo la ventana y vimos a la policía. Ahí lo charlé, le puse Netflix y le pregunté si había visto El Eternauta. Cuando se dormitó agarro el celular, y mando WhatsApp. Le dije, vamos a salir como que te llevo al médico. Me agarró del cuello, nos fuimos caminando y la policía lo agarró a la vuelta. Confió en mí y eso le cambió la cabeza. Pensé que me violaba, pero al entenderlo en su miseria la cosa cambió», concluyó la entrevistada.
El delincuente entró a tres viviendas, y a la entrevistada le robó el celular. La mujer reclamó por la falta de iluminación en la zona y manifestó que entre los vecinos se organizaron para formalizar el reclamo.
Gentileza Aire Digital