26 de julio de 2024

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Prisión preventiva para el femicida de Lorena Riquel

La fiscal Georgina Pairola imputó ayer a Carlos B., de 32 años, como el autor material del femicidio de Lorena Riquel, ocurrido el sábado pasado a la madrugada en Rueda al 5500. Entonces dos vecinos escucharon como un hombre discutía con la militante social y trabajadora sexual ocasional. También escucharon que la obligaba a ponerse boca abajo y hasta los golpes que con un bloque de cemento le dio en la cabeza hasta matarla. Tras la acusación, el juez Nicolás Vico Gimena le dictó la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley tras aceptar los argumentos y criterios de la fiscalía.

Lorena había estado minutos antes de ser asesinada en la esquina de avenida Perón y Rouillón con dos amigas que vieron al hombre de 1,70 metro de estatuta, vestido con jean y buzo gris y con una lágrima tatuada en su pómulo izquierdo cuando pasó a buscarla por allí. Un día después del femicidio la policía detuvo a Carlos “Lágrima” B., quien ayer quedó imputado por abuso sexual con acceso carnal y hurto calamitoso en carácter de autor y por femicidio, lo que prevé la prisión perpetua.

Según la investigación, “el imputado fue hasta la esquina de Rouillón y avenida Perón mientras Lorena estaba con sus compañeras. Valiéndose de la confianza de la víctima, a quien conocía desde hacía tiempo, la llevó hasta Rueda al 5500. Allí mantuvo una discusión, abusó sexualmente de ella y la habría matado con reiterados golpes con un bloque de cemento para luego masturbarse frente al cuerpo inerte de Riquel, a quien le robó un par de zapatillas marca Adidas color negro”.

En la acusación, la fiscal sostuvo que el femicida se “retiró por calle Rueda hacia Teniente Agnetta, lo que fue visto por dos testigos que avisaron al 911”.

Durante la pesquisa, un vecino declaró ante ante la policía que eran “más o menos las 3.45 cuando estaba durmiendo con mi pareja en nuestra habitación que da a la calle y escuché ruidos como que estaban golpeando a alguien y a una mujer que se quejaba. Me levanté a mirar por la ventana y ví a un hombre que vestía un buzo con capucha gris y jeans clarito además de barbijo blanco. Estaba sobre el cuerpo de una mujer, arrodillado, y la golpeaba con una piedra mientras le gritaba «¿Por qué viniste a trabajar? Dame la plata» y ella le decía que no tenía nada”.

También se tomó en cuenta la declaración de las amigas de Lorena, quienes aseguraron que “Lágrima”llegó al lugar cuando estaban sentadas en la vereda de una estación de servicios de Rouillón y avenida Perón. “Viene un auto a querer salir, me voy, y le dije a «Lore» que me espere. Cuando vuelvo ella se iba caminando con «Lágrima». Tenía un barbijo blanco y estaba todo tapado, usaba una capucha y una campera azul y verde. Ella me dijo: «Me voy que lo conozco»”. Y le dije que se no se fuera porque estaban todos zarpados y atrevidos. Pero me respondió que se iba para el lado de Quinta Luciani a comprar drogas y que lo conocía y que la iba a acompañar, que no pasaba nada”.

La segunda mujer que se encontraba con Lorena afirmó que el acusado “le ha faltado el respeto a varias de las chicas” y recordó que “hace bastante le pegó a Lorena y otra joven tuvo problemas con él por una cuestión de un servicio que me parece que ella no quería hacer”.

Por otro lado, entre las pruebas presentadas en la relación de Carlos B. y Lorena Riquel la noche del crimen se sumó una rueda de reconocimiento en la que una de las mujeres que acompañaban a la víctima reconoció a “Lágrima” y destacó su tatuaje en el pómulo izquierdo.

Con información de La Capital.