Hace varias semanas, los trabajadores de Lácteos Verónica esperaban una definición por parte de la Secretaría de Trabajo de la Nación acerca del pedido que había hecho la empresa para el inicio de un Procedimiento Preventivo de Crisis. Sin embargo, la situación sigue en un limbo que, coincidentemente, se acopla a la previa de las elecciones gremiales de Atilra, que se desarrollarán este miércoles.
Esta pausa en conocer cómo seguirá la historia de la empresa está directamente ligada al desarrollo de una situación de crisis que se inició con intensidad en abril, cuando comenzaron a retrasarse los pagos salariales con la regularidad habitual, aunque desde enero se registraba un éxodo de tambos debido a la cesación de pagos y la multiplicación de cheques rechazados.
Una firma que atraviesa unos siete años de crisis constante encontró en esta etapa de 2025 su punto más profundo, con la paralización de las plantas iniciada en mayo y que se mantiene actualmente con un proceso de producción de unos 40 a 50 mil litros diarios en tres plantas, provenientes de tambos propios. Son unas 700 personas las que dependen de cómo se desarrolle esta situación general.
Reunión en la Secretaría de Trabajo sin definiciones sobre desvinculaciones
La semana pasada se llevó a cabo un nuevo encuentro en la Secretaría de Trabajo de la Nación entre Lácteos Verónica, con la presencia de un integrante de la familia Espiñeira, y la representación de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra).

En semanas previas, algunos trabajadores aceptaron ofertas de desvinculación que, según Atilra, no están enmarcadas en ningún acuerdo previo y son percibidas como una presión de la empresa sobre los empleados. Ante la posibilidad de encontrar una alternativa laboral nueva, muchos optan por ese acuerdo para recuperar parte de la deuda que la empresa mantiene con ellos hasta el momento.
El sindicato puso especial énfasis en la deuda de la empresa con la obra social y la mutual gremial, además de los cargos de seguridad social, todo relacionado con la caja propia.
Procedimiento Preventivo de Crisis: estado actual
Mientras la reunión se centró en un ida y vuelta sobre estos temas, no se logró ninguna definición ni acuerdo que aclarara la situación de la planta de empleados. Los funcionarios de la cartera laboral se limitaron a sugerir predisposición para negociar.
Cabe destacar que el Ministerio de Capital Humano aún no ha aprobado el Procedimiento Preventivo de Crisis en el marco de la Ley 24.013, a partir del cual Lácteos Verónica podría, por dificultades económicas o situaciones de fuerza mayor, generar suspensiones o despidos con reducción de montos indemnizatorios.
Esto está alineado con la intención de la empresa de recortar el 30% de la planta laboral, según el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite, por fuerza mayor o disminución de trabajo, pagar el 50% de la indemnización prevista, eventualmente en seis cuotas, con la primera a los 30 días de la vigencia de la medida, aún no aprobada.

Deudas salariales y posibles contratos de producción para terceros
Según relatan trabajadores a AIRE Agro, los retiros voluntarios se han dado en un número mínimo, que no supera las dos decenas, ya que la mayoría espera que la situación se encamine hacia la recuperación y la normalidad de las tareas.
De todas formas, continúa el débito laboral de cuatro horas por turno, que no impacta significativamente en el funcionamiento general debido a la falta de materia prima e insumos. Esto se justifica por la deuda del 50% del salario de junio, julio completo, además del aguinaldo de mitad de año y las cargas sociales.
Más allá de lo dialogado frente a autoridades de la Secretaría de Trabajo, trascendió que Lácteos Verónica podría haber logrado un contrato de fasón con otra empresa. Este acuerdo de producción para un tercero contemplaría la industrialización de unos 200 mil litros de materia prima diarios, que se recibirían en la planta de Lehmann para la fabricación de queso barra y leche en polvo.
Esto permitiría reactivar el proceso productivo y, sobre todo, el flujo de dinero en la caja de la empresa para solventar gastos constantes y, principalmente, el pago de salarios.
Impacto laboral y social en Suardi, Lehmann y Clason
En Suardi, Lehmann y Clason, la expectativa de una solución positiva es alta, dado el impacto social y económico de las plantas. Para algunos, podría darse algún avance durante esta semana, con la atención puesta en las elecciones nacionales de Atilra y la intención de resolver el conflicto con el menor daño laboral posible.
Si bien no hay fecha para nuevas audiencias, los trabajadores confían en que la voluntad de las partes permitirá generar encuentros de forma inmediata.
Élida Thiery Aire Agro