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Por los altos precios, Argentina comenzará a importar asado de Brasil

En un anuncio que sorprendió al sector ganadero, Argentina comenzará a importar asado desde Brasil a precios más bajos de lo que hoy valen en las góndolas locales.

Se trata de una decisión que generó debate por sus implicancias económicas, sanitarias y productivas. Carlos Federico Kohn, magíster en agronegocios y consultor de empresas agropecuarias, calificó la medida como un «despropósito» para un país con tradición ganadera como el nuestro.

«Normal no es. Sorprende que un país que apuesta por aumentar la producción y calidad de su ganado recurra a esto», afirmó Kohn.

Según explicó, la importación estaría motivada por cuestiones cambiarias y precios: el asado brasileño podría llegar a 9.000 pesos el kilo, un valor competitivo frente a la suba de costos locales, influida por la sequía de hace dos años y factores climáticos recientes. Sin embargo, advirtió que Brasil no consume este corte -ni sabe cómo cocinarlo-, lo que explicaría su bajo precio, pero a costa de una calidad «muy inferior».

Kohn destacó las diferencias entre ambos países: «En Brasil, gran parte de la carne proviene de rodeos que engordados en corrales con subproductos industriales, lo que le da un sabor más dulce y mayor engrasamiento».

Y añadío: «En Argentina, el 80% de la vida del animal es a pasto, con una producción natural que no usa aditivos». Señaló que los brasileños son importadores netos de picanha argentina, un corte que valoran por su calidad superior y pagan hasta 10 reales más por kilo.

El consultor también alertó sobre riesgos sanitarios. «Brasil recién será declarado libre de aftosa el 1 de abril, pero eso es cuestionable. Importar carne con hueso, como el asado, puede traer virus como el de la aftosa, que no afecta al humano pero sí al rodeo vacuno. Ya tuvimos un brote en los ’90 por abrir la frontera con Paraguay», recordó.

En Argentina, los estrictos controles de trazabilidad contrastan con las dudas sobre la carne extranjera: «No comería un asado de afuera. Es un riesgo para la salud y para nuestro ganado», sentenció.

Desde el punto de vista comercial, Kohn ve la medida como una maniobra esporádica, posiblemente impulsada por supermercados que buscan presionar precios y expandirse en regiones como la Patagonia.

Sin embargo, advirtió que esto afecta la previsibilidad de los productores: «Un novillo lleva dos o tres años de inversión. Si traen carne barata de afuera, ¿para qué voy a invertir en genética o stock?».

En ese sentido, abogó por aumentar la producción local: «El 70% de lo que faenamos va al mercado interno. Con más animales, podemos exportar cortes como picanha a Brasil o cuartos delanteros a China, y seguir abasteciendo a los argentinos».

Para Kohn, la solución no está en importar, sino en esperar. «En dos o tres meses, entre junio y diciembre, habrá abundante oferta de carne tras la recuperación post-sequía. Hay asados a 9.000 o 10.000 pesos en el mercado local. Es una cuestión circunstancial», afirmó, criticando la medida como «demagógica» y potencialmente dañina para la estrategia ganadera del país.

Por Rodolfo Barili / Cadena3