El juez de la Cámara de Apelaciones de Santa Fe, Roberto Prieu Mántaras, revocó la prisión preventiva y otorgó la libertad al “Melli”, Adrián Galeano, el barra de Unión detenido tras una persecución en la Avenida Blas Parera.
El camarista avaló los planteos del abogado defensor Ignacio Mohamad en cuanto al concurso de los delitos, una cuestión legal técnica que impacta directamente en la pena mínima que puede corresponder al acusado.
Galeano recuperó la libertad tras presentar una caución real por diez millones de pesos, y deberá realizar una reparación a las víctimas de los hechos investigados, entre otras medidas.

Prieu Mántaras, juez de la cámara de apelaciones, revocó la prisión preventiva de Galeano y le otorgó la libertad
Los planteos defensivos
El defensor Mohamad apeló la prisión preventiva resuelta por el juez penal Sebastián Szeifert en agosto, y solicitó la excarcelación del imputado. Las claves del pedido defensivo se centraron en cuestionar la calificación legal de los delitos atribuidos a Galeano y la inexistencia de los riesgos procesales, tanto de fuga como de entorpecimiento.
Primero, Mohamad sostuvo que el delito de amenazas imputado por la Fiscalía no está acreditado, y que no encuentra respaldo en la causa; el defensor remarcó que las víctimas, quienes declararon previo al inicio de la audiencia de apelación, sólo refirieron que el vehículo en el que iba Galeano se detuvo, pero no mencionaron que exhibieron armas.
El defensor remarcó que el delito de amenaza no se verifica porque las víctimas no se sintieron amenazadas.
El segundo planteo fue en relación a la calificación de los delitos: Mohamad argumentó que existe un concurso aparente, no un concurso real, es decir, que el delito de abuso de arma consume (o absorbe) el delito de portación de armas.
Luego, el abogado sostuvo que la prisión preventiva de Galeano “carecía de fundamentos”, ya que el peligro de fuga no podía ser admitido: sostuvo que el riesgo de fuga debe ser concreto, y que la mención del riesgo era, en realidad, una afirmación de la “peligrosidad del imputado”.
En relación al entorpecimiento probatorio, la defensa lo descartó, señalando que otras pruebas no podrían correr riesgo y no se frustrarían testimoniales. Mohamad insistió con que Galeano no cuenta con antecedentes, tiene arraigo familiar y laboral y un “marco de convivencia estable”.
Mohamad solicitó la revocación de la prisión preventiva y propuso un paquete exhaustivo de medidas alternativas: una caución de $10.000.000; la obligación de concurrir al MPA cada siete días, fijar domicilio y quedar bajo la asistencia de su esposa; la prohibición de portar armas, la prohibición de acercamiento a las víctimas, y la obligación de someterse a tratamiento de adicción. También propuso reparar el vehículo y una propuesta de indemnización para las víctimas.

El abogado defensor Ignacio Mohamad reclamó la excarcelación de Galeano y cuestionó la calificación legal de los delitos imputados
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Confirmación de la prisión preventiva
A su turno, la Fiscalía, representada por Carlos Arietti, solicitó la confirmación de la prisión preventiva. Para el fiscal, no había duda sobre la capacidad amenazante del imputado: las víctimas reaccionaron escapándose porque se sentían intimidadas y por eso hicieron la denuncia.
Luego, afirmó que existió un arma de fuego. Aunque las imágenes registradas por la cámara de seguridad de la zona no mostraban claramente el objeto que Galeano apuntaba al sacar el brazo por la ventanilla, “era claro que era un arma”.
La Fiscalía sostuvo que no existía un concurso aparente, sino un concurso real; insistió con que existían dos conductas distintas: una es portar el arma y la otra es disparar o amenazar. En este sentido, destacó que el abuso de arma se consumó mucho antes de la aprehensión de Galeano, a 22 cuadras de las amenazas y disparos y después de quince minutos. Por lo tanto, “no existía superposición temporal, material, ni espacial en ambas conductas”, lo cual fundamenta el concurso real.
En cuanto a los riesgos procesales, el fiscal basó el riesgo de fuga en la posible pena aplicable al imputado, la gravedad de los hechos y peligrosidad del imputado. También hizo mención a la extensión del daño causado: el proyectil perforó el auto y terminó en el asiento.
Luego, Arietti recordó la resistencia con el personal policial y el forcejeo para evitar su aprehensión, no fue discutida, y afirmó que Galeano tiene acceso al mercado ilegal de armas.

El arma de fuego que los agentes de la Policía de Acción Táctica secuestraron durante el procedimiento.
La resolución del juez: libertad con alternativas
El camarista Prieu Mántaras decidió revocar la prisión preventiva de Galeano: el juez avaló la postura de la defensa respecto a la figura del concurso aparente, es decir, no consideró las conductas imputadas como dos hechos totalmente independientes.
El juez modificó la calificación legal de la acusación, y aunque no descartó completamente todos los cargos de la acusación a Galeano, el hecho de adoptar la figura del concurso aparente fue clave para la defensa, ya que impacta en la posible pena mínima y en la evaluación del riesgo de fuga. Este cambio en la calificación fue un factor determinante para revocar la prisión preventiva y aplicar medidas alternativas.
Las medidas alternativas aplicadas por el juez fueron las siguientes:
- Caución: Prestación de una caución real por $10.000.000.
- Prohibiciones: Prohibición de portar armas y prohibición de consumo de alcohol y estupefacientes.
- Tratamiento: Obligación de someterse a un tratamiento de adicción.
- Control Judicial: Presentarse una vez a la semana al MPA (Ministerio Público de la Acusación).
- Cuidado: Quedar al cuidado de su esposa.
- Reparación: Instar para efectuar reparaciones con su abogado y propuestas.
Cómo fue la detención del Melli Galeano
La imputación que pesa sobre Galeano es la de haber amenazado y efectuado disparos contra dos personas que circulaban en un automóvil, el miércoles 30 de julio, minutos después de las 23:00. Galeano y Maidana circulaban a bordo de un Renault Clio, y cuando llegaron a la intersección de French y la avenida Blas Parera frenaron en un semáforo al lado de otro automóvil.
Una cámara de seguridad de la zona registró cómo «Melli» descendió del lado del conductor para amedrentar a personas que iban en otro vehículo: “Sin mediar palabras, el investigado golpeó con una pistola una de las ventanillas traseras de un automóvil Volkswagen Gol en el que viajaban tres hombres a los que insultó”, refirió la fiscal en la audiencia imputativa. Luego de la amenaza, el atacante volvió a donde estaba su compañero y, a gran velocidad, comenzaron a perseguir por la avenida Blas Parera al vehículo de las personas intimidadas.
En la cuadra entre Espora y Vieytes, los imputados cambiaron de carril de forma antirreglamentaria y cruzaron su auto frente al otro, y si bien se produjo una colisión, las víctimas pudieron continuar con su huida.
Los imputados reanudaron la marcha hacia el sur y volvieron a alcanzar al otro vehículo entre Estanislao Zeballos y Castelli; cuando estuvieron a pocos metros de distancia, el conductor utilizó el arma de fuego para disparar hacia el auto de las víctimas, que recibió el impacto de un proyectil calibre 380 que ingresó al habitáculo.
En tanto, las personas atacadas se dirigieron de inmediato a la Comisaría Décima de la Unidad Regional I y denunciaron lo sucedido; “alrededor de las 23:30, agentes policiales ubicaron a los imputados, quienes habían estacionado su auto en Castañaduy al 6.800 y estaban de pie cerca de él.
Cuando arribó el personal policial, Galeano arrojó a un desagüe la pistola que había usado previamente, y tras un forcejeo con los integrantes de la fuerza de seguridad, los dos hombres fueron detenidos y se secuestró el arma de fuego.
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