26 de julio de 2024

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Opinar del cuerpo ajeno: conciencia para evitar el bullying

La "gordofobia", como se la llama, es el rechazo consciente o inconsciente a los cuerpos gordos. A partir de este concepto, se desató la polémica por la última publicación de la revista Caras, con la portada de la princesa Amalia de Holanda, heredera del trono e hija de Máxima Zorreguieta.

La bajada de la nota afirma que la princesa "defiende su figura de 'mujer real'", haciendo un juego de palabras con su pertenencia a la realeza y su condición física.

Esta fobia particular la sufren mayormente las mujeres, víctimas de innumerables burlas y es de gran impacto para la salud. El trastorno va más allá de la comida y el cuerpo.

 

El impacto en las personas vulnerables

Uno de los factores de riesgo para el desarrollo de un trastorno alimentario es empezar una dieta donde solo se toma en cuenta la estética y donde la alimentación se utiliza para “cumplir con los estereotipos” y no para mejorar la salud. Esto se transforma en un modo de vida y es muy peligroso.

Al “romper la dieta” se genera descontrol alimentario y culpa. Por ese motivo, las personas propensas a padecer un desorden comenzarán con purgas y una probable bulimia. Cuando no hay purgas, puede llegar a un trastorno por atracón.

Hay que generar conciencia para prevenir trastornos alimentarios y mala información relacionada con la alimentación, porque si nos llevamos mal con la comida, empezamos a tener problemas de salud en el orden físico y mental.

 

Un problema grave

Los trastornos de la conducta alimentaria son alteraciones y desórdenes mentales que afectan a la ingesta y al peso de la persona que los padece. Pero, más allá de estos síntomas, se esconden dificultades psicológicas graves y complejas que repercuten en la vida diaria de la persona enferma.

La Argentina es hoy uno de los países con más desórdenes alimentarios del mundo, y las redes sociales son grandes disparadores cuando difunden mala información. Allí, proliferan cuentas que aseguran que ayunar es sano, que dejar de comer lo que nos gusta es lo mejor para evitar enfermedades, que realizar un plan de 21 días es la fórmula del éxito para tener un cuerpo marcado, entre otras mentiras.

Hay que tener claro que la obesidad no es consecuencia de falta de voluntad de las personas y no se trata de obligarse a comer menos y moverse más. Es una problemática que tiene múltiples causas y su tratamiento es complejo.

(*) Agustina Murcho (M.N. 7.888) es licenciada en nutrición, especialista en trastornos alimenticios.