El periodista de Santafe24horas.com.ar se refiere a la realidad económica del país en un año muy especial para la política argentina.

Su análisis

Ese discurso de cuarta que anda dando vueltas para autoconvencerse. Nadie me puede acusar de 'macrista'. Si hasta me sentí, desde algún lugar, 'cancelado' por tener políticas cercanas a la de CFK. Pero sí critico al kirchnerismo santafesino.

Hasta en los peores momentos del país siempre una porción de la población puede salir de vacaciones, comer afuera, cambiar el auto. Es decir un estilo de vida que no es la de la mayoría.

Por eso me parece indignante por parte del gobierno de Alberto Fernández y sus voceros pagos decir que 'la economía se está asentando', que 'mejoran sus índices macro y micro económicos', que 'la desocupación bajó', que 'repuntó la actividad comercial' y la muestra es que 'tres millones de argentinos salieron de vacaciones'. Eso ni llega a representar al 7% de nuestra población.

Los trabajadores registrados que le empatan a la inflación son apenas una docena entre algunos privados y los que tienen una cuota de poder social importante (camioneros, bancarios, hidrocarburos o estatales por nombrar algunos). El resto campea la flexibilización (comercio y gastronomía entre otros).

Las pymes no levantan cabeza por los costos de alquileres, pérdida del poder adquisitivo, aumentos en los servicios y todo eso repercute directamente en el cierre de locales que podemos verlos vacíos apenas salimos de casa. Lo obsceno ante este panorama es ver a la dirigencia política pelearse en internas irresponsables. Se amontonan candidaturas, pero a nadie se le cae una idea.

En meses 'fríos' de inflación, tuvimos un incremento del 6% en enero y vamos camino a otro 6% en febrero, el anual del 2022 fue del 100%. Quién puede sobrevivir así. Sí, unos tres millones de argentinos, los mismos que el gobierno y sus alcahuetes se jactan de la cantidad de turistas.

Mientras tanto asistimos atónitos a lanzamientos de campaña, peleas internas, karatecas en las redes, carpetazos sobre celulares privados escandalosos y relaciones cuasi pornográficas entre dirigentes y jueces.

En tanto, millones deambulan por las calles, diez cuadras para un laburo mal pago en un súper y sueldos fijos (los que tienen ese privilegio) por debajo de la línea de pobreza.

Por Alejandro Colussi