Según un estudio de la consultora Sortlist, los argentinos dedican un promedio de 9 horas y 39 minutos al día a nuestro teléfono móvil. Esto se traduce en un asombroso total de 147 días al año, es decir, casi cinco meses.
Este dato coloca a Argentina en el quinto lugar a nivel mundial en el uso diario del celular.
Un internauta, en promedio, pasa 52.925 minutos al año frente a la pantalla de su dispositivo.
La situación se torna aún más preocupante cuando miramos el acceso al smartphone entre los adolescentes. Un 95% de ellos tiene acceso a un dispositivo, y aproximadamente seis de cada diez utilizan plataformas como TikTok o Instagram.
A pesar de la gran cantidad de tiempo que pasan conectados, un 38% de estos adolescentes reconoce que pasa demasiado tiempo en su celular. Sin embargo, la mayoría, un 60%, considera que su uso es adecuado.
El impacto emocional de la desconexión también es notable. Un 72% de los adolescentes se siente tranquilo al no tener su dispositivo, mientras que el resto se muestra ansioso. Esta ansiedad se hace evidente cuando alguien olvida su teléfono, mientras que olvidarse de la billetera o del documento no provoca la misma reacción.
El celular se ha convertido en un aliado indispensable en nuestras vidas, capaz de resolver desde trámites hasta el simple acto de comunicarse.
El uso del celular también se ha infiltrado en nuestras actividades cotidianas. En el supermercado, en el trabajo, e incluso en eventos deportivos, notamos que muchas personas están más pendientes de sus dispositivos que de lo que sucede a su alrededor. Esto plantea una cuestión importante: ¿hemos permitido que el celular se convierta en nuestra prioridad, relegando interacciones humanas y momentos de desconexión?
Por Federico Albarenque / Cadena3