Bautista está cerca de recibir el alta médica en el hospital Alassia, luego de ser atropellado accidentalmente por su papá en barrio Los Hornos de Santa Fe, hace poco más de un mes. El niño tenía pocas posibilidades de seguir viviendo y gracias a la excelente atención recibida y a la fe de su familia, salió adelante. «Cuiden, agarren, miren a sus hijos», aconsejó Lorena.
Lorena es la mamá de Bautista, el pequeño de un año y medio atropellado sin querer por su papá cuando maniobraba el auto en su casa de barrio Los Hornos, el pasado sábado 5 de octubre. El niño llegó al hospital Alassia con muy pocas expectativas de vida, pasó más de un mes y ahora espera el alta hospitalaria.
La mamá de Bautista tiene una fe que mueve montañas. Indudablemente, abonó el profesionalismo y dedicación con el que todo el personal del efector de salud (médicos, cirujanos, enfermeras/os, mucamas) asistió al pequeño de un año y medio que hoy, con un avance importante en su recuperación, aguarda el alta.
«Cuando llegamos al hospital estaba muy grave, los médicos me decían cuál era la situación y yo les decía ‘No me lo digan, que Dios no me lo va a llevar’. Sangraba mucho, tenía abierta la cabecita, estaba entre la vida y la muerte. Yo me arrodillé y dije ‘Dios no me lleves a mi bebito’. Muchas horas pasaron, no tengo noción del tiempo, la cirugía tardó muchas horas y yo siempre estuve orando», dijo Lorena, con la voz entrecortada, en diálogo con el programa Ahora Vengo por Aire de Santa Fe.
Lorena y su esposo estaban muy mal por lo sucedido. Sacaron fuerza fuerzas de donde pudieron porque tienen una nena de 7 años que también los necesitaba. Contaron con el apoyo incondicional de familiares, amigos y cadena de oraciones que apuntalaron la fe. «Mi esposo estaba destruido, ahora está más tranquilo porque Bautista está bien», expresó.
Tras la delicada cirugía, lograron estabilizar a Bautista, pasaron dos semanas y abrió los ojos. «Cuando abrió los ojos no lo podía creer, yo estaba ahí, él miró para todos lados, pensamos que no nos iba a recordar, a los papás, pero los médicos nos explicaron que era por la anestesia», manifestó la entrevistada.
Lorena no se movió del lado de su hijo, no podía tocarlo por los aparatos a los que estaba conectado, así que le ponía música y no dejaba de rezar. El Día de la Madre, lo pasó en el Hospital Alassia. «Tomamos mates con masitas, con las otras mamás y dándonos fuerza», recordó.
Poco a poco empezó a mover sus bracitos y a comer algo. Ahora le espera un periodo de rehabilitación. Su mamá está feliz porque tiene a Bautista a su lado y reflexiona sobre lo sucedido: «No importa que los chicos sean traviesos, quiero que las mamás lo agarren, que los miren, que los cuiden, uno no sabe lo que puede pasar porque ellos salen corriendo en cualquier momento», advirtió Lorena.
La mujer valoró la atención recibida en el Hospital Alassia. «Es un alivio ver que los chicos se recuperan y se van. Estoy muy agradecida con los enfermeros, médicos y cirujanos, yo conocía el hospital. Le agradezco también a nuestros familiares que nos acompañan en todo momento, a los amigos y a la gente que oró por él, no tengo palabras para agradecer», concluyó.
Gentileza Aire Digital