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La santafesina que vendió la boleta récord del Quini 6 y recibirá un premio millonario: “Hay que seguir”

Lidia Ester Soto, santafesina, vendió la boleta ganadora en su agencia de Reconquista. Se trata del premio más importante de la historia del Quini 6: $8.844 millones de pesos. «No sé quién es el ganador, pero que sepa que apostó en un lugar que trae mucha suerte», contó orgullosa.

Ocho de la noche del lunes feriado. Podría estar festejando en un restaurante, brindando en alguna terraza o recostada haciendo zapping, sin embargo Lidia Ester Soto (56) decidió ser fiel a su esencia: trabajar. Aunque el lunes feriado no haya abierto el local, sí estuvo pintando las paredes algo «demacradas» junto a su marido Edgardo Peralta «porque para la gente que entra, la facha de un lugar de apuestas es importante».

Lidia es de Reconquista, ciudad a unos 300 kilómetros al nordeste de Santa Fe, con unos 90 mil habitantes, que seguramente desde ahora sabrán quien es «Mariana», como todo el barrio conoce a Soto. «Me llaman así desde chiquita, por una canción que cantaba todo el tiempo», explica risueña la dueña de la agencia donde un santafesino ganó el pozó más suculento de la historia del Quini 6: $ 8.844 millones.

«Nos enteramos esta mañana gracias a unos clientes que nos avisaron. Yo estaba en la agencia, a la que había venido porque estaban las ventanas abiertas y la tormenta amenazaba. En ese momento, pasadas las siete de la mañana, me llegaron varios mensajes: ‘Mariana, parece el único ganador del Quini jugó en tu agencia’. Al principio no entendía nada, hasta que chequeé en la computadora y el dato era correcto. El grito que pegué debe haber despertado al barrio», lanza con una carcajada.

La Herradura, la agencia de la suerte. «Es el eslogan que tenemos, porque ya tuvimos varios premios en los últimos tiempos, pero no tan importantes como éste. Hace unos tres años, una persona ganó diez millones de pesos y tuvimos unos cuantos de cuatro millones. Nada para despreciar. Yo misma gané, porque también apuesto: aunque parezca mentira, llegué a ganar tres veces el Quini 6 en una semana. Pero en los tres casos tuve la suerte y la desgracia que los ganadores eran un montón y el premio muy escaso».

Se escucha de fondo a Edgardo, que dice: «Es la agencia goleadora, porque no te olvides que estos son los pagos del Batigol». Vuelve a reír Mariana por la ocurrencia de su marido, evocando al ex futbolista Gabriel Batistuta, oriundo de Reconquista. «Del ganador no sabemos nada de nada -retoma la dueña de la agencia-. Sabemos que vino a apostar el sábado en persona, no lo hizo por teléfono. Pero no lo ubico para nada. Tené en cuenta que ese día deben haber entrado unos 200 clientes. Imposible imaginarlo».

Los números elegidos fueron 05, 15, 25, 33, 40 y 45, que según la creencia popular de los sueños representan el gato, la niña bonita, la gallina, Cristo, el cura y el vino. El premio se cobrará en la Lotería de Santa Fe, en la capital santafesina, y el ganador (o ganadora) recibirá el monto menos un 30 por ciento menos, ya que es el porcentaje que hay que deducirlo de impuestos. «Nosotros cobraremos 1 por ciento del total, pero dependemos que el ganador vaya primero a cobrar».

Se estima que el premio final que quedará en manos del apostador rondará los $ 6.190 millones, lo que representan unos 4,2 millones dólares tomando como referencia la cotización con la que cerró el dólar oficial en el Banco Nación el viernes, antes del fin de semana largo. Ahora tiene 15 días corridos para acercarse a cobrar su premio en la ciudad de Santa Fe.

Soto sabe que son varios millones de pesos a cobrar (alrededor de 60 millones), pero prefiere no pensar en cifras ni volar alto. «Somos una familia de trabajo, acá respiramos la cultura de madrugar y arremangarse, no conocemos otra fórmula. Por supuesto que estamos agradecidos al premio y lo invertiremos en mejorar el local y seguramente algún gusto nos daremos. En principio, tenemos un verano con mucho trabajo y no hay planes escapada. Una agencia de lotería y quiniela implica estar siempre para el cliente y eso es lo que hacemos».

Pese a la prudencia, la mujer dice estar viviendo «el día más maravilloso en estos doce años que llevo con la agencia». Antes, Soto trabajaba en una fábrica textil, de donde fue despedida y con la indemnización, y después de mucho pensarlo, decidió jugársela abriendo una agencia de lotería. «No era un rubro que yo conociera, tampoco tenía gente conocida que me recomendara ir por esta senda. Fue una decisión mía de la que hoy me siento orgullosa, pero tuve que arrancar de cero, aprenderlo todo. Yo trabajo aquí con mi hijo Jesús, un hijo del corazón».

Ubicado en la zona sur y fabril de Reconquista, Lidia o Mariana, como ella prefiere ser llamada, dice que se ganó el cariño de un barrio humilde y trabajador. «Nos va bien porque el cliente viene y confía. Es constante y fiel, y si bien hay muchas casas de quiniela teniendo en cuenta que es una ciudad chica, nos hemos ganado un reconocimiento. Y después de esto, seguramente que mucho más, no tenemos dudas. Pero como dije antes, tenemos que seguir igual, sabiendo que tenemos un respaldo gratificante y tranquilizador, pero no estamos salvados ni nada por el estilo».

Realista, sensible y humilde, Lidia se ríe cuando el marido la cargosea. «Mi amor, no me vas a dejar, ¿no?», imposta la voz Edgardo. «Claro, que no, estamos juntos los cuatro», dice ella en referencia al mencionado Jesús y a Rocío, los hijos del corazón. «Espero que al ganador no se le pase de ir a cobrar, porque sonamos -se matan de risa-. Tiene tiempo hasta el 22 de diciembre hasta las 12 del mediodía». Tanto Edgardo como Lidia revelan que no dan más, están agotados. «¿Qué no vamos a dormir de la excitación? ¡No vemos la hora de irnos a acostar! Agotados y felices».