7 de septiembre de 2024

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La hija de Mauro Viale hizo un dramático relato de las últimas horas de vida de su papá

Escribió un libro sobre la vida de su padre. El capítulo sobre el día 11 de abril de 2021 en el que falleció, contiene la historia clínica con detalles muy fuertes. Y otro titulado “Nunca más lo volví a ver”.

Mauro Viale falleció el 11 de abril de 2021 a los 73 años, después de enfrentar diversas complicaciones tras contagiarse de COVID-19. El presentador tuvo dos hijos junto a Leonor Schwadron, llamados Ivanna y Jonatan Viale. La hija del destacado conductor publicó hace unas semanas el libro titulado “Mauro Viale, La Pura Verdad”. Esta obra cuenta con varios capítulos en los cuales se detallan los últimos días del ex reconocido presentador de América TV.

Además, el libro escrito por la hermana de Jonatan Viale incluye diversas narraciones de sus amigos y fotografías inéditas del reconocido locutor. Ivanna es psicóloga -como su mamá-, madre de dos hijos (Aaron de 16 y Lucas de 14) junto a Alexis Selener, su pareja. Y conduce un programa de radio por Am 990.

En su cuenta de Twitter, Ivanna mostró partes del libro, por ejemplo, una en el que relata los últimos momentos de Mauro. Primero exhibió lo que decía su historia clínica en su último día con vida.

Domingo 11 de abril de 2021:

12:45 horas: Fue derivado de UTI a una sala común.

13 horas: Se describe que el paciente deambula inestable por la habitación y se encuentra con diuresis. Luego se le explica al paciente que no debe deambular solo por la habitación y que siempre debe estar acompañado para ir al baño.

14 horas: Lo dejan en la cama con las barandas elevadas para que no intente levantarse. Dejan un llamador para comunicarse con una enfermera. También dejan el teléfono a su alcance.

16 horas: Encuentran al paciente orinado en la cama.

Repito: tenía diurésis, inestabilidad y las barandas levantadas. Hay una laguna muy grande desde la última vez lo vieron y el desenlace:

19:30 horas: Lo observan en su cama.

19:55 horas: Ingresan a la habitación. Se encuentran al paciente recostado. Se constata que había entrado en paro cardiorrespiratorio. Activan Código Rojo.

En otro capítulo, titulado “Nunca más lo volví a ver”, Ivanna escribe:

“El 10 de abril lo trasladaron a un sanatorio muy reconocido. Por protocolos de COVID no nos dejaron ingresar. El estaba solo. Su estado era muy delicado. Su salud era frágil. Le hicieron una tomografía y determinaron que tenía una neumonía bilateral: sus pulmones estaban tomados. Tomaron la decisión de internarlo en terapia intermedia. La saturación de oxígeno era baja y para que subiera y se mantuviera estable le pusieron una cánula.

Lograron estabilizarlo. La cánula le hacía llegar aire y estaba un poco mejor, aunque su cuadro seguía siendo grave. Tenía el celular junto a él, no lo dejaba ni un segundo. Estaba pendiente de responder nuestros mensajes. Era la única forma de seguir conectado con nosotros. Debió sentirse muy solo y muy asustado.

En los mensajes de audio que nos pudo mandar lo escuchábamos haciendo mucho esfuerzo para hablar. Solo le respondía a mi mamá, a mi hermano, a sus nietos y a mí. Trataba de sacar fuerzas para explicarnos cómo estaba. Me enteré luego que sus pulmones estaban esmerilados, una característica presente en los casos más graves de cOVID 19.

Desde que ingresó al sanatorio, pasaron menos de veinticuatro horas. Todo terminaría demasiado rápido. Solo tengo información oficial por su historia clínica, que tardó un tiempo largo en llegar a mí. Estoy segura de que estuvo en el lugar equivocado, en la habitación equivocada, er el momento equivocado”.

Por Revista Pronto