Perotti pudo validar títulos de jefe. El triunfo de Seisas revalidó a Javkin. García y Fein mantienen al socialismo de pie.

Cuando se hace todo mal, los oficialismos tienen los resultados que ayer obtuvo el Frente de Todos. Una catástrofe que hace sonar todas las alarmas en el gobierno de Alberto Fernández, quien en las próximas horas debería echar a parte de su gabinete y convocar a un acuerdo con la oposición. En Santa Fe, Juntos por el Cambio cantó victoria de la mano del radicalismo, con una excepcional performance de Carolina Losada (la ganadora) y Maximiliano Pullaro, competitivo hasta el final.

Ni el más optimista de los cambistas podía pronosticar un triunfo en la madre de todas las batallas, la provincia de Buenos Aires. Ni siquiera tratándose de un recién llegado a PBA, como el Colorado Santilli, pudo el peronismo frenar la ola opositora. Ahora entenderán Fernández, Cristina Kirchner y el oficialismo todo que la gestión del gobierno nacional es malísima. Ni siquiera pudo imponer su autoridad en los distritos del conurbano que viven de la dádiva oficial. Se esta viviendo demasiado mal en casi todos lados.

En verdad, las primarias operaron como una gran encuesta, pero con resultados sorprendentes. Otra vez, las encuestas de las empresas que se dedican a eso erraron fieramente. Las victorias de Juntos por el Cambio en 17 provincias resultan un termómetro pulimentado de la temperatura social. A la hora de la verdad, sin estallidos sociales ni violencia producto de la pésima situación económica, la gente fue y le votó en contra al kirchnerismo hasta en su enclave bautismal.

Una de cal y otra de arena

En Santa Fe, Omar Perotti pudo validar títulos de jefe. Puso en riesgo la gobernabilidad con su candidatura a senador suplente, pero Marcelo Lewandowski (otra vez, como cuando le ganó a Mónica Fein en 2019) con una muy buena performance en Rosario y pareja en toda la provincia derrotó al jefe del kirchnerismo santafesino. Habrá que ver ahora hasta donde juegan juntos Perotti y Lewandowski. Falta la primera final de la historia, que se escribe el 14 de noviembre.

Igual, no fue buena la elección general del Frente de Todos que, hasta la madrugada, perdía con Juntos por el Cambio por más de 150 mil votos. Una verdadera paliza. Perotti deberá mejorar su gestión y atraer a todo el peronismo más que nunca, de lo contrario en 2023 tendrá que entregarles los atributos a otro partido. ¿Qué hará Rossi tras haber sido tan castigado en la campaña?

El Frente Progresista resolvió su interna provincial a favor del socialismo pos lifschizta por medio de dos mujeres: Clara García y Mónica Fein. Por la victoria interna el socialismo mantiene su lugar en la mesa del progresismo, pero Javkin y todo el socialismo deberán hacer un retiro voluntario y tratar de encauzar las relaciones. Javkin no pudo a nivel provincial con Giustiniani y Palo Oliver lo que sí logró en Rosario con el debutante Seisas.

La mala performance del Frente de Todos en Santa Fe se compara con la derrota en otras 16 provincias: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, Santa Fe, Buenos Aires. Y perdió también en las cuatro provincias patagónicas, incluida Santa Cruz. Un desastre. Incluso, en el departamento Castellanos —enclave donde esta Rafaela— Juntos por el Cambio duplicó en votos a la lista de Perotti.

En Santa Fe volvió a vivir el radicalismo que, ahora, deberá iniciar un proceso de affectio societatis con Carolina Losada, una magnífica elucubración del diputado provincial Julián Galdeano. Ese espacio logró que también triunfaran Mario Barletta a diputado nacional.

Pase de facturas

El PRO Santa Fe iniciará un proceso volcánico de pases de facturas, porque ya la designación de Angelini como candidato había despertado comentarios. En realidad, el PRO siempre despierta comentarios pero su dirigencia nunca se anima a disputarle el liderazgo partidario a quien ayer perdió las elecciones.

Fue extraordinaria la diferencia que el frente de oposición le arrancó a Hacemos Córdoba, el conglomerado del gobernador Juan Schiaretti. Le dieron una paliza histórica. Casi 900 mil votos contra 440 mil. Allí sufrió otra derrota Macri —como en Santa Fe—, al apoyar al eterno diputado Mario Negri, quien besó la lona contra Luis Juez. Martín Lousteau fue uno de los ganadores nacionales.

Las primarias —salvo excepción— sólo sirven para dirimir cuestiones de comarca. Pero ayer se dio la excepción, porque el gobierno nacional perdió casi todo y quedó al borde de una suprema crisis.

Por Mauricio Maronna para La Capital