Condenaron a 16 años de prisión a los asesinos de Pedro Hilario Holman, el hombre de 71 años que en febrero de 2019 fue apuñalado en su vivienda de zona rural de Larrechea. Tras la agresión, prendieron fuego el lugar, y debido a que la víctima terminó carbonizada no se pudo determinar si ya había muerto, o seguía viva, cuando fue consumida por las llamas.

Se trata de Blanca Carolina Maciel (46) y Guillermo Daniel Ojeda (23), quienes fueron condenados a través de procedimientos abreviados, como coautores del “homicidio” de Holman. A este delito se le sumaron las “amenazas coactivas” que ambos realizaron sobre conocidos, para procurar su impunidad.

La investigación fue llevada a cabo por el fiscal de Coronda, Marcelo Nessier, quien en julio de 2020 detuvo e imputó a los asesinos, que quedaron en prisión preventiva. Ahora, a casi cuatro años del hecho, ambos están condenados. Las sentencias fueron impartidas por los jueces Pablo Busaniche, Nicolás Falkenberg y Jorge Patrizi -a Maciel- y Sandra Valenti, Rosana Carrara y Pablo Ruiz Staiger -a Ojeda-.

Tanto la ama de casa como el albañil corondinos contaron con la representación de los abogados del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP) Sebastián Moleón y Nicolás Mosconi, respectivamente.

Puñal y fuego

“Maciel y Ojeda fueron hasta la casa en la que vivía Holman, ubicada en el kilómetro 11 de la ruta provincial 64, y le quitaron la vida entre las 14:30 y las 17:00 del jueves 7 de febrero de 2019”, señaló el fiscal Nessier.

La mujer conocía a la víctima, ya que le había realizado tareas de limpieza en el pasado. De hecho, al arribar a la tranquera de la vivienda, lo saludó y cuando él les permitió ingresar lo abrazó y lo besó. Fue entonces que Ojeda le dijo que quería comprarle un chivo para festejar su cumpleaños, y Holman los guió hacia el corral, dejando afuera y montadas en sus respectivas motos a quienes habían acompañado a la dupla asesina.

“Una vez adentro, Ojeda le asestó una puñalada a Holman y luego Maciel prendió fuego la vivienda”, explicó el funcionario del MPA, remarcando que “ambos actuaron con la intención de matar a la víctima, quien falleció en el lugar”. Quienes los habían acompañado recordaron que salieron corriendo de la casa al grito de “¡Lo matamos, lo matamos!”. Luego, los amenazaron de muerte para que guardaran silencio.

El cuerpo de Holman terminó carbonizado, hasta tal punto que fue imposible identificarlo. Un análisis genético utilizando el ADN de sus hijas permitió asegurar que se trataba del dueño de casa. Sus descendientes se constituyeron como querellantes en la causa y, representadas por el abogado Sebastián Gervasoni, consintieron la condena a 16 años para los homicidas.

Fuente: El Litoral