Un joven de Rosario denunció que recibió una feroz paliza por parte de patovicas de un conocido boliche de Arroyo Seco al que asistió el último sábado por la noche. Se encuentra internado con movilidad reducida y espera el traslado para contar con un mejor diagnóstico.

Marcos tiene 25 años y cerca de las 2 de la madrugada del domingo ingresó con amigos a Mikha Summer Club, en la ciudad de Arroyo Seco, donde luego de un rato fue al baño y allí comenzó la pesadilla, según su testimonio y el de su familia.

Gimena, hermana de la víctima, contó que el joven “estaba orinando cuando un patovica le abrió la puerta y le dijo: ‘Vos te estás drogando’” y agregó que su hermano respondió: “No, revisame, no tengo nada”.

“Pero lo agarró del cuello y lo sacó del baño, le empezó a pegar piñas en las costillas y lo empezó a ahorcar, cuando vino otro y le pegó una trompada en la cara que lo desmayó”, agregó la mujer.

“Había mucha gente, tenemos video y el nombre de patovica pero nuestro abogado nos pidió que no lo hagamos público por ahora”, sostuvo Gimena.

El es mi amigo Marcos, anoche los patovicas de @mikhaSummerClub le pegaron sin motivo, lo dejaron convulsionando en el piso.
Estas cosas no pueden seguir pasando! pic.twitter.com/pPbLUt6S4g

— Lulaa (@Lridii) November 14, 2021

Y agregó más datos sobre el estado en que dejaron a su hermano: “Casi lo matan, quedó inconsciente en el piso, convulsionaba y se ahogaba con su propia sangre hasta que sus amigos lo dieron vuelta. Ahora no tiene movilidad en los brazos, las manos ni los dedos. Se los pisaron, tiene como reventadas las venas”.

La joven agregó que el dueño del boliche se contactó y se puso a disposición, gesto que le agradecieron pero señaló: “No queremos plata ni nada, sólo nos importa la salud de mi hermano y me dice que no hay lugar (para derivarlo) en ningún lado. Necesitamos que lo trasladen a una clínica de alta complejidad donde lo puedan atender como corresponde”.

Por su parte, Marcos también grabó desde su cama un breve video donde habla de “abuso” de uno o dos patovicas (“no recuerdo bien”) y en coincidencia con el reclamo de su hermana pidió: “Estoy esperando el traslado”.