Es importante reconocer que este miedo es válido y que resistirlo solo intensifica su efecto. Enfocarse en lo que uno puede controlar ayuda a usarlo como un motor para seguir creciendo.

En un entorno laboral cada vez más incierto y cambiante, el miedo a perder el trabajo es una preocupación real que afecta a muchos profesionales. Este miedo, aunque muchas veces no se menciona abiertamente, tiene un impacto profundo en la toma de decisiones y en la manera en que enfrentamos nuestro día a día profesional.

La sensación de que algo fuera de nuestro control puede afectar la estabilidad laboral crea un ciclo de ansiedad que puede limitar nuestras acciones.

Este miedo no surge de una falta de capacidad, sino de la incertidumbre sobre el futuro. Los cambios en las organizaciones, reestructuraciones o la presión por cumplir con objetivos cada vez más ambiciosos alimentan esta inseguridad. Sin embargo, es importante reconocer que este miedo es válido y que resistirlo solo intensifica su efecto.

Entonces, ¿cómo podemos contrarrestar este miedo? Primero, es fundamental reconocerlo y entender de dónde proviene. Muchas veces, se basa en anticipaciones, en escenarios futuros que aún no han ocurrido. Tomarse un momento para reflexionar sobre la raíz de este temor puede ser el primer paso para gestionarlo de manera más consciente.

Una herramienta útil para hacerlo es la técnica RAIN (Reconocer, Aceptar, Indagar y No Identificarse). Esta técnica nos permite tomar una pausa y observar el miedo sin dejarnos dominar por él. Al reconocerlo como una emoción natural, aceptarlo sin juicio, investigar de dónde viene, y, finalmente, no identificarnos con esa emoción, podemos evitar que controle nuestras decisiones.

Es una forma efectiva de distanciarnos del miedo y verlo como lo que es: una emoción pasajera que no define quiénes somos.

Por otro lado, es importante también enfocarse en lo que está bajo nuestro control. En lugar de permitir que la ansiedad nos paralice, podemos centrarnos en las acciones que dependen de nosotros. Mejorar nuestras habilidades, fortalecer nuestras redes profesionales y aportar valor de manera constante son estrategias clave para reducir la sensación de vulnerabilidad. Esto nos da una mayor sensación de control y capacidad de respuesta ante cualquier eventualidad.

El miedo a perder el trabajo no desaparecerá de un día para otro, pero al aplicar herramientas como la técnica RAIN y al enfocarnos en lo que podemos controlar, es posible gestionarlo de manera efectiva. Más importante aún, podemos evitar que este miedo nos limite en nuestro rol de líder y, en su lugar, usarlo como un motor para seguir creciendo y avanzando en nuestra carrera.

*Mentora de carrera profesional y Coach Ejecutiva. Conferencista y docente.

Por Revista Fortuna