El día martes por la mañana en la intersección de calles Beck Bernard y Berutti del barrio Loyola Sur, un delincuente asaltó a mano armada a una mujer que esperaba el colectivo junto a su nieta de 8 años.

El ladrón le apuntó con un revólver en el estómago para robarle la cartera. La nieta de 8 años que la acompañaba salió corriendo a pedir ayuda a su tía. Al ladrón lo conocen todos los vecinos del barrio pero no lo denuncian por temor.

Estela tiene 46 años, es empleada de casas particulares y vive en el barrio de Loyola Sur. La asaltaron en la parada del colectivo de la Línea 1 luego de que tres coches pasaran de largo dejándola -junto a su nieta- en espera del próximo. Allí fue donde la emboscó el delincuente armado que le apuntó con un revólver en el estómago.

La víctima le entregó la cartera con sus pertenencias y 3.000 pesos en efectivo: para Estela son dos días de trabajo, atiende siete casas y vive al día. No le llevaron el celular porque lo tenía en la campera. Cuando el delincuente se fue, su nieta en pánico reaccionó. “Mi nieta me abrazaba, lloraba y me decía ‘tata yo tenía miedo que te pasara algo’. Mi nieta no sé que pensó pero salió corriendo a pedir ayuda a mi hermana. Después del asalto no quedó bien”, explicó.

No radicó la denuncia por miedo a represalias. El delincuente -conocido en el barrio- asalta con cuchillo y armas de fuego continuamente a mujeres solas. Los vecinos no lo denuncian por miedo. “Acá los vecinos están cansados, saben quién es el ladrón”, cerró.