Las tarifas aumentaron entre 140% y 160% ; las contrataciones son “sobre la hora” y se generalizan los pernoctes de apenas dos noches.

El arranque de la temporada de verano en las sierras de Córdoba es “incierto”. Las cifras de reservas están, como en todo el país según un relevamiento de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina, entre 30% y 35% por debajo del año pasado para esta misma fecha. Contando los diferentes valles, la media es del 50%. Las distintas fuentes consultadas coinciden en usar términos como “gente asustada”, “temor por lo que pasará más adelante” o “dinero que no alcanza” para explicar la retracción turística. Hay consultas, admiten, pero no se concretan operaciones.

Una dificultad que reconocen los empresarios es la de fijar precios. En la hotelería se establecen con anticipación y los costos aumentan hasta que llega el pasajero. Antes de que arrancara la temporada alta ya había habido, al menos, dos ajustes de tarifas.

Otra particularidad que se observa por estas horas es que el dominante es el turista “de cercanía”: otros puntos de la misma provincia de Córdoba, Santa Fe y algo de Buenos Aires, aunque menos que otros años. También estadías más cortas, en promedio, de apenas dos noches.

El Valle de Calamuchita, entre los destinos preferidos para descansar en Córdoba

El presidente de la agencia Córdoba Turismo, Darío Capitani, apunta: “Somos conscientes de que hay una economía compleja, pero hay datos de algunas regiones que son alentadores, como son los de Villa General Belgrano, Miramar y Traslasierra “. Confía en que al final de la temporada, “Córdoba se destacará en el país”.

“Hay menos anticipación; la incertidumbre económica pesa. La suba de combustibles y de pasajes afecta -añade-. Es preocupante la situación que atravesamos como país y sabemos que el turismo estará resentido. El desafío de los destinos es superarse, ofrecer mejores servicios”. Para Cachayu en esta coyuntura jugará a favor lo que Villa General Belgrano invirtió en infraestructura pública y el trabajo de promoción que viene realizando.

Con menos antelación

Una posibilidad que reconocen los referentes turísticos consultados por este diario es que las tarifas hoteleras y precios de alquileres de cabañas y casas “bajarán” si la demanda no crece. “Antes de tener vacías la mayoría de las habitaciones, es preferible perder rentabilidad. No es la primera vez que atravesamos una historia así”, dice un hotelero de Mar Chiquita. En general, las posiciones menos resentidas son las de mayor categoría.

Una conducta que se registró en los dos últimos fines de semana, en coincidencia con Navidad y Año Nuevo, es la de alquilar departamentos en la ciudad de Córdoba y usarlos como “base” para moverse hacia las sierras. Al disponer de mucha más oferta, se consiguen mejores precios y llegar a varios puntos turísticos de verano no insume más que de 40 minutos.

En Traslasierra -una zona que se consolidó como “estrella” en la elección de los paseantes- también prevén un verano “más complicado” que el anterior, que recuerdan como “muy bueno”. El director de Turismo de San Javier-Yacanto, Leonardo Rodríguez, confía en que aunque el arranque está por debajo de otros años, los visitantes terminarán en un número parecido al de una temporada “buena”.

“El contexto social, económico y político que se está viviendo genera mucha incertidumbre -precisa Rodríguez-. A mediados de diciembre en los últimos años,en San Javier-Yacanto, ya estaba todo reservado. En la última semana empezaron las reservas. No será este mes como el de los últimos años, pero seguramente estaremos en 75% de ocupación. Córdoba está cerca de destinos emisivos y eso es un punto a favor”.

En Villa Carlos Paz, el porcentaje de reservas previas está también 30% debajo de otras temporadas, según explica Carolina Sacilotto, presidenta de la Asociación Hotelera Gastronómica y Afines. Ratifica que la tendencia turística es a estadías “cortas” y cerradas con poca anticipación. “Es el mismo comportamiento que en el resto del año, cuando esto ya se veía, pero no pasaba en temporada -añade-. Tuvimos buen nivel de ocupación en Navidad y Año Nuevo, pero para el resto de enero todavía estamos por debajo de las expectativas”.