Condenaron a militares por la desaparición de un santafesino y otras 349 personas

El Tribunal Oral Federal Número 1 de San Martín condenó a la pena de prisión perpetua a Santiago Omar Riveros por delitos de lesa humanidad ocurridos en la Zona de Defensa IV, a cargo del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo, durante la última dictadura militar.

También recibieron prisión perpetua Eugenio Guañabens Perelló, Luis del Valle Arce, Luis Sadi Pepa, Carlos Javier Tamini, Carlos Eduardo José Somoza, Miguel Conde y Mario Rubén Domínguez.

En tanto, Bernardo Caballero fue condenado a 20 años de prisión; Carlos Alberto Rojas a 13 años; Hugo Miguel Castaño Monje a 22 años de prisión; Roberto Julio Fusco a 11 años y seis meses; Carlos Daniel Caimi a 4 años de prisión; y Arnaldo Julio Román a 9 años y seis meses.

El juicio, en el que declararon un total de 765 testigos, fue una acumulación de múltiples causas que tramitaron por separado en la etapa de instrucción. Se contabilizaron un total de 350 víctimas y fueron juzgados en principio 22 acusados, de los cuales quedaron 19 al final del proceso (dos murieron por causas naturales, y uno fue separado por enfermedad irreversible), a los que se acusó por delitos de torturas, secuestros, y homicidios, así como también por allanamientos, robos agravados y abusos sexuales agravados.

Entre los desaparecidos de la causa figura Jorge Luis Trod, oriundo de la ciudad santafesina de Esperanza, padre de la secretaria de Planeamiento de la Municipalidad de esa localidad, Carolina Trod.

Su desaparición

A continuación compartimos una reseña del portal Espacio Para la Memoria Zárate, que cuenta sobre la vida y desaparición del esperancino.

Textual

Jorge Luis Trod, estudiante de Veterinaria de la Universidad Católica de Santa Fe, comenzó en Esperanza sus inicios en la militancia en la Juventud Peronista en diversos barrios, donde contribuía trabajando junto a las familias en la construcción de excusados. Mejorando hábitos en torno a la calidad de vida de la población; y concientizando sobre normas de higiene. Sobre la importancia de vacunar a todos los purretes. Al momento de ser secuestrado y detenido, le faltaban dos o tres materias para recibirse.

Jorge Luis y Cecilia Marrfort se casaron en abril de 1973. Su primer hijo, Mariano nacíó en diciembre de 1974. Vivían en la ciudad de Esperanza (provincia de Santa Fe) y a principios de 1975 se mudaron a Santa Fe. A principios de 1976 se asentaron en San Nicolás, en una casa que pertenecía a la familia, ubicada en Schubert y Chopin en el barrio las Mellizas. Allí Jorge Luis y Cecilia continuaron su militancia y compromiso político, dejando a su hijo Mariano al cuidado de sus abuelos paternos Pedro Trod Y Enilda Beatriz Marchisano. Junto con Jorge Luis y Cecilia vivía un compañero al que llamaban Ignacio Valentín Sabena.

En el mes de de Noviembre de 1976, mataron a Sergio Trod, hermano de Jorge Luis, en un enfrentamiento en Córdoba. Los abuelos de Mariano dejaron pasar unos días y decidieron llevar al niño nuevamente a la casa de sus padres. Cuando llegaron el 19 de noviembre se encontraron con la casa tomada por las fuerzas represivas y grupos de tareas (la policía de Santa Fe y la policía Federal de San Nicolás).

Según la prensa regional, el 18 de noviembre de 1976 se produjo un allanamiento en la casa de Las Mellizas antes nombrada. Jorge Luis y Cecilia quienes se dirigían a la casa fueron avisados por vecinos de este operativo, cuando se iban acercando al inmueble, lo que permitió que se escaparan. Pero Ignacio Sabena, quien se encontraba con ellos es asesinado. Al parecer allí, por un enfrentamiento entre dos fuerzas de seguridad de jurisdicciones contrarias, murieron dos miembros de las patotas: uno de cada una de ellas.

Jorge Luis y Cecilia se refugiaron en la localidad de Arroyo Seco, en la casa de dos compañeros, uno de nombre Amer Francisco Iriart (desaparecido) y María Mercedes Juárez. Allí permanecieron hasta mediados de diciembre de 1976, en clandestinidad frente a la persecución sistemática.

Ya hacia principios de 1977, se encontraban viviendo en Zárate. Aquí continuaron con su militancia política contra el régimen de la dictadura military, naciendo en ese interín su segunda hija, Carolina Rita Trod.

Entre el 10 y el 15 de Enero de 1978, Cecilia Marfortt fue secuestrada, luego de un cerco operativo sobre ella y la familia Galván en el Barrio San Jacinto de Zárate, Llevándosela luego de haberla herido. Horas después en la casa de calle Hilario Ascasubi, fueron secuestrados Pedro Galván y Alicia Lombardo. Siendo llevado su hijo Juan a Barrio Cementerio a casa de sus abuelos. Carolina también sobrevivió al secuestro de su madre, apareciendo pocos días después en la vieja maternidad de Zárate. Jorge Luis sería secuestrado a poco de volver del trabajo en la Cooperativa Martín Fierro y bajar del colectivo en Avenida Antártida.

El 15 de enero de 1978, Enilda Beatriz Marchisano de Trod –madre de Jorge Luis- recibió una citación de la ciudad de Zárate para que se presente a retirar a una niña que había “sido abandonada por sus padres”. Alli fueron Enilda y sus familiares a retirar la niña, en la maternidad, donde nunca les dieron documentación e información sobre Jorge Luis y Cecilia.

Hasta hoy, ambos continúan desaparecidos.