A una semana de darse a conocer el avance en las pruebas de la vacuna de Oxford AstraZeneca y, a solo horas de saber que Sputnik V logró un 92% de eficacia en la fase 3 de desarrollo, el empresario argentino Hugo Sigman anunció que recibió un pedido para producir al menos 150 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la Universidad de Oxford y que su valor rondará los 4 dólares a diferencia de los $19,95 que costaría la vacuna rusa.

Según informo Sigman, en su cuenta de Twitter personal, su laboratorio tuvo que paralizar la producción de medicamentos para comenzar a replicar la vacuna que se está desarrollando en Oxford en conjunto con la farmaceutica mexicana AstraZeneca.

La misma le habría encargado la fabricación de al menos 150 millones de dosis como mínimo y, un máximo de 250 millones de dosis. Por el momento, esto sería posible si los resultados clinicos son positivos y, si son aprobadas por las agencias regulatorias, incluida la ANMAT.

Tras esta serie de tweets, Sigman aseguro que "las pruebas serán exitosas y estamos orgullosos de poder ser parte de este proyecto".

Hasta el momento, la vacuna de Oxford es la más avanzada, es por ello que "Mabxience se encargará de fabricar el principio activo (la materia prima) de la vacuna de Oxford AstraZeneca. Una vez concluido, el producto será entregado a AstraZeneca, que lo enviará a México, donde el laboratorio Liomont se ocupará de fraccionarlo y envasarlo. Desde allí, AstraZeneca distribuirá la vacuna de manera equitativa en América Latina (con excepción de Brasil, que llegó a un acuerdo por separado). El precio comprometido es de 4 dólares, sustancialmente menor al de las vacunas de otras compañías", aseguro el dueño del laboratorio. En este sentido y para despejar dudas, Sigman aclaro que "es AstraZeneca quien vende la vacuna. Ni mAbxience ni Liomont pueden vender la vacuna, ni a gobiernos ni a privados".

Como suele suceder con los nuevos medicamento y vacunas, existe un margen de error que podría tirar por la borda el trabajo de los científicos. Debido a esta posibilidad, se adelantó que la Fundación Slim, de México "se ha comprometido a financiar las primeras 30 millones de dosis de vacuna a riesgo, lo que significa que si las pruebas fracasan las vacunas se destruirán".

Si bien el aporte de Slim es fundamental para los estudios y producción, en lo que respecta al trabajo que realiza Mabxience, se adquirieron equipos y tecnologías, además de poner a todo el equipo a disposición, lo que conlleva un alto riego económico para el laboratorio en el caso de que la vacuna resulte incompetente.