Ambientalistas de Santa Fe critican a Milei por sus dichos sobre el cambio climático
El candidato a presidente por la Libertad Avanza, Javier Milei plantea un retroceso en políticas de medio ambiente y prácticamente hace apología del delito al fomentar la contaminación. Rafael Colombo, abogado ambientalista, sostuvo que las afirmaciones del libertario en relación al cambio climático son falsas y van en contra de la ciencia, la sociedad y la ley. Las medidas que quiere impulsar en caso de llegar a la Casa Rosada están prohibidas por la Constitución Nacional, el Código Penal, el Código Civil y los convenios internacionales.
"Todas las afirmaciones de Milei sobre la cuestión climática y ambiental son falsas en el sentido científico y social. Desde hace varias décadas hay evidencia producida por la comunidad científica internacional, agrupada entre muchos organismos gubernamentales y de la asociación civil, pero fundamentalmente dentro de lo que es el Instituto Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), un organismo de Naciones Unidas, junto con otros programas de la ONU. El marco de la producción de información científica sobre la cuestión climática ya posee décadas de historia, quizás siglos, si nos atenemos a estudios pioneros sobre el calentamiento global, y nos lleva a esta respuesta sólidamente argumentada, fundamentada y diagnostica por distintos campos del saber", expuso el profesional.
Estos estudios abarcan a muchos campos de la ciencia como la física, química, meteorología, geología, ciencias de la atmósfera, ciencias marinas, ciencias forestales, geografía, historia, economía, ciencias políticas y el derecho. "La comunidad científica internacional concluye que el cambio climático existe, los patrones de clima se modificaron aceleradamente desde la era industrial y el nacimiento de una economía energética que descansa fundamentalmente en la producción de combustibles fósiles. En ese sentido, científicamente, las afirmaciones de Milei son directamente falsas, equivalen a decir que la Tierra es plana o dos más dos es igual a cinco. Una falsedad obscena que no se sabe si proviene de la ignorancia o del analfabetismo y ceguera ecológica que es como una característica constitutiva de buena parte de la clase política hoy", apuntó Colombo.
A su vez, explicó por qué los dichos del libertario son falsos desde la óptica social: "Existe una mayoritaria, por no decir unánime, percepción social de los habitantes de distintas partes del mundo que ya perciben los efectos y las consecuencias que generan el cambio climático. Lo vemos en las sequías, las inundaciones, los incendios forestales, los impactos que tiene esto sobre la producción alimentaria, la pérdida de biodiversidad terrestre y sobre todo marina y los desequilibrios estructurales que se producen en el sistema. El modelo de mal desarrollo extractivista imperante que tenemos es uno de los principales causantes del cambio climático y por ende de la afectación de la calidad de vida de las personas en las ciudades".
Las medidas que llevaría a cabo en beneficio de los privados y que perjudicarían al ambiente tiene un límite legal. "Ninguna de las propuestas que Milei está divulgando anárquicamente y desordenadamente, porque no hay nada en concreto más que grandes titulares, se ajustan a la ley en Argentina ni a nivel internacional por parte los convenios que el país tiene. Son ilegales, no las puede llevar a cabo si no modifica la ley y si aún lo hiciera para poder llevar a cabo esas medidas, serían regresivas y adolecerían de un vicio de carácter constitucional", indicó.
Entre las polémicas declaraciones y propuestas del libertario está la idea de privatizar los ríos, "«Una empresa que contamina el río ¿dónde está el daño? ¿dónde está el daño? Lo que no está bien definido ahí es el derecho de propiedad. Esa empresa puede contaminar el río todo lo que quiera»", aseguró en el Congreso Económico Argentino en La Rural. Al respecto, Colombo dijo que esta medida "es casi a una llamada a la apología del delito estrictamente". "Porque la contaminación del aire, la atmósfera y de los cursos hídricos en la Argentina están penados por la ley, que figuran tanto en el Código Penal, donde en el art. 200 que habla del envenenamiento y contaminación de aguas, hasta la Ley 24.051 sobre residuos peligrosos. Ni hablar de que estas afirmaciones son completamente contrarias al propio Código Civil, porque establece que los ríos y los cursos hídricos de la República Argentina son de dominio público, son bienes comunes", explicó.
Además, el art. 41 de la Constitución Nacional se refiere al daño ambiental: "«El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer según lo establezca la ley». O sea que si hay una obligación de recomposición es porque efectivamente ese daño ocurrió y no estuvo bien. Lo que propone Milei está directamente en contra de prácticamente toda la legislación ambiental con rango constitucional y convencional de la Argentina. Está en contra del art. 41 de la Constitución Nacional, de la Ley General del Ambiente, de buena parte del derecho internacional sobre la biodiversidad, la desertificación, el cambio climático y el Acuerdo de Escazú, que son convenios internacionales ratificados por el Congreso de la Nación, y por lo tanto son derecho interno por vía internacional. También está en contra de toda la legislación penal que de manera directa o indirecta sanciona cualquier tipo de contaminación sobre el aire, la atmósfera, los cursos hídricos, la Tierra, entre otros".
Colombo, sentenció: "Es completamente ilegal lo que plantea y aún así, si se propusiera reformar toda esta norma, como suele ocurrir en reformas normativas regresivas, que provienen de los derechos humanos, estaría violando el principio de no regresión en materia ambiental. Este indica que no se pueden disminuir los estándares de protección, ya sea por políticas públicas, reformas normativas o decisiones judiciales. Las políticas públicas de derechos humanos y ambiente tienen que ser siempre progresivas".
Por otro lado, el abogado ambientalista, expresó: "El negacionismo climático de Milei forma parte de una cultura negacionista que existe a nivel global, sobre todo en los centros de poder político y corporativo en Estados Unidos; que, de la mano de distintos organismos y fundaciones financiadas por las compañías petroleras, que son las principales responsables de las emisiones de los gases de efecto invernadero para negar las fases científicas del cambio climático. Javier se parece a los últimos presidentes de ese país, como Bush padre e hijo, Ronald Reagan y Trump, además de Bolsonaro en Brasil y Sport Morrison en Australia, que tienen este discurso que imposibilitan cualquier tipo de política pública del Estado, al mismo tiempo que demoniza las organizaciones globales y locales a nivel climático que están tratando de que se tomen medidas más urgentes y a largo plazo sobre la materia".