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Alerta en la mano: si tu pulgar roza el borde de la palma, cuidado

El cardiólogo Aurelio Rojas popularizó la sencilla «prueba del pulgar» para detectar la hiperlaxitud, un riesgo silencioso.

Un simple gesto realizado en casa se ha vuelto viral en redes, poniendo el foco en un tema que el cardiólogo Aurelio Rojas (del pódcast Tiene Sentido) considera crucial: la salud de la arteria aorta.

El experto ha popularizado la «prueba del pulgar», una maniobra fácil que podría actuar como una señal de advertencia para un riesgo cardiovascular grave.

Rojas explica el procedimiento: con la mano abierta y extendida, se debe flexionar el pulgar hacia la palma «con naturalidad», sin forzar el gesto. Si ese pulgar llega al borde de la mano o, incluso, lo rebasa, puede indicar una mayor probabilidad de hiperlaxitud.

¿Por qué es un aviso?

La clave está en el tejido conectivo laxo. La aorta funciona como un «tubo» con paredes compuestas de colágeno. Si ese «andamio» es estructuralmente débil o más laxo de lo normal, con el paso de los años, puede dilatarse hasta formar un aneurisma de aorta.

Es fundamental entender la precisión de Rojas: un resultado positivo en la prueba no es un diagnóstico de aneurisma, sino una señal de aviso de que existe una mayor probabilidad de riesgo.

El contexto de riesgo: no es solo el pulgar

La prueba del pulgar adquiere relevancia cuando se combina con factores de riesgo conocidos. Si el resultado es positivo, se aconseja encarecidamente una consulta médica, sobre todo si existen antecedentes familiares de aneurismas o si la persona presenta hábitos perjudiciales como:

Fumar tabaco.

Hipertensión.

Diabetes o sobrepeso.

En estos casos, un resultado positivo debe motivar un cribado médico que, generalmente, se realiza mediante una ecografía o prueba de imagen para visualizar la aorta con facilidad.

Más allá del dedo: señales silenciosas del corazón

El cardiólogo Rojas enfatiza que, aunque el corazón a menudo «se queja tarde», hay otros síntomas que no deben ignorarse, pues la prevención es la única «varita mágica» real.

Rojas alerta sobre la pérdida de la protección vascular de los estrógenos en mujeres tras la menopausia, lo que aumenta el riesgo cardiovascular a partir de los 40-50 años si no se adoptan hábitos saludables.

Los síntomas que merecen atención inmediata incluyen:

-Palpitaciones o latido irregular que no se siente habitualmente.

-Presión opresiva en el centro del pecho que irradia a cuello o espalda, especialmente al hacer esfuerzo.

-Fatiga anormal y falta de aire en tareas cotidianas.

Finalmente, el experto es claro: la prevención pasa por el estilo de vida. Recomienda la dieta mediterránea auténtica (legumbres, frutas, pescado azul y aceite de oliva virgen extra) y advierte contra los ultraprocesados.

Si una maniobra tan sencilla como la «prueba del pulgar» consigue que el paciente se «ponga serio» con su corazón, el objetivo de la conciencia está cumplido.