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Jorge Rial durísimo: “Tenemos un presidente con problemas mentales”

El periodista volvió a apuntar contra Javier Milei y su hermana en su programa de radio. La psiquis del líder libertario.

n su programa «Argenzuela» (Radio 10), Jorge Rial reaccionó con dureza al video en el que se ve a Javier Milei haciendo “gestos raros” con los dedos de una mano: “Tenemos un Presidente con problemas. Ya lo sabíamos. No nos quejemos ni tampoco nos riamos… Estamos gobernados por un tipo con problemas mentales que fue elegido democráticamente”, dijo en alusión directa a la inestabilidad que, a su juicio, muestra el mandatario.

Rial fue más allá y criticó a Karina Milei: “Su hermana… no sabe hablar. Igual para su función no hace falta hablar. Para chorear no hace falta hablar”, y acompañó el comentario con el gesto del “3”, en clara referencia a las acusaciones por supuestas coimas vinculadas al caso Spagnuolo. Esas denuncias —que incluyen versiones sobre porcentajes de retornos en contratos— están siendo investigadas y fueron difundidas en audios cuyo alcance y veracidad están en proceso de comprobación.

No es nuevo: Rial lleva tiempo marcando distancia y criticando a Milei —incluso en un video que se volvió viral en el que le pidió que “se baje del balotaje”—, por lo que sus comentarios de esta semana se inscriben en una crítica sostenida y pública contra el presidente.

La tensión entre ambos no es nueva. Ya en 2021, cuando Milei comenzaba a ganar visibilidad mediática, Rial lo había calificado como “un personaje peligroso” y cuestionado su irrupción en la política con un discurso “basado en el odio y la provocación”. Más tarde, durante la campaña presidencial de 2023, el periodista ironizó en varias oportunidades sobre sus apariciones televisivas y llegó a pedirle públicamente que se bajara del balotaje. Desde entonces, sus cruces se repiten cada tanto, marcando una enemistad mediática que combina diferencias ideológicas, personales y de estilo comunicacional.

El tono del conductor vuelve a poner en primer plano dos preguntas que atraviesan la agenda pública: hasta qué punto la personalidad y los gestos de un presidente condicionan la gobernabilidad, y hasta qué punto las acusaciones sobre el entorno (aun cuando estén aún en investigación) impactan en la legitimidad política.