El muelle del Dique 1 del Puerto de Santa Fe viene dando señales del paso del tiempo desde hace más de una década. No se trata de un hecho aislado, sino de un proceso paulatino en el que los desmoronamientos de sus muros de defensa y la aparición de nuevas grietas se han vuelto cada vez más frecuentes, encendiendo luces de alarma en torno a la seguridad y la preservación patrimonial del lugar.
Las postales de desprendimientos en la mampostería y hundimientos en sectores críticos ya forman parte del paisaje cotidiano. Cada episodio reafirma una certeza: el dique, inaugurado a fines del siglo XIX como símbolo de modernización, arrastra hoy el peso de más de cien años de historia y el impacto del paso del tiempo, y requiere de obras estructurales con un costo millonario.

Complejo operativo
En ese contexto, se inició un operativo delicado y cargado de simbolismo: el retiro de una de las grúas de gran porte ubicada en la cabecera del Dique 1. La máquina, de hierro macizo y unas dimensiones imponentes, tiene cerca de 120 años y es considerada patrimonio histórico de la ciudad.
El argumento oficial del Ente portuario es claro: el riesgo de que el suelo ceda bajo su peso cuantificado en toneladas ya no permite seguir postergando la decisión.
La escena remite inevitablemente a lo sucedido en Puerto Madero, en la ciudad de Buenos Aires, donde en el marco de la reconversión portuaria se retiraron siete grúas similares. Allí, el proceso formó parte de un plan de transformación urbana que convirtió antiguos galpones y muelles en modernos espacios residenciales y gastronómicos.
En Santa Fe, el panorama es distinto. La operación es preventiva, para evitar que una pieza de valor patrimonial termine siendo víctima del colapso del propio dique que la sostuvo por más de un siglo. Las tareas implican no solo un desafío técnico, sino también la responsabilidad de resguardar la memoria material de la ciudad.

En detalle
Para retirarla se utiliza una gran grúa emplazada sobre una balsa amarrada junto al muelle del Dique 1. Los operarios trabajan por estos días en las alturas. La idea es trasladar la gran grúa histórica a otro sector del puerto para garantizar la seguridad y estabilidad del suelo, ya que el sector a donde se ubica es la playa de estacionamiento del paseo de compras.
Cabe recordar que en 2022 se produjo el primer desmoronamiento de la zona. Aquella vez fue la punta del Dique 1. Luego, a principios de este año se desmoronó otro sector del mismo lugar. Y más tarde aparecieron grietas sobre el paredón de piedras. En ninguno de los casos hubo que lamentar víctimas. Sólo daños materiales.
Mientras se realizan las tareas del retiro de la grúa se colocó un vallado preventivo en la zona de la playa de estacionamiento del paseo de compras, mientras que la Prefectura Naval Argentina balizó con boyas el agua para advertir y prevenir a los navegantes.
Por Nicolás Loyarte / gentileza El Litoral