El caso que divide a Santa Fe sumó esta semana un nuevo capítulo judicial. En diálogo con el programa Santa Fe Policiales, la fiscal Jorgelina Moser Ferro confirmó que solicitó la prisión preventiva del profesor Juan Trigatti, recientemente condenado a 12 años de prisión por abuso sexual infantil.
“El pedido se hizo esta semana, tras el fallo de la Cámara Penal. Es una responsabilidad funcional que tenemos ante una sentencia condenatoria”, explicó la fiscal en la entrevista televisiva. La decisión final sobre si Trigatti debe ser detenido ahora está en manos del juez de ejecución penal.
El docente había sido absuelto en 2024 por unanimidad en un juicio oral. Sin embargo, en segunda instancia la Cámara Penal revocó ese fallo y dictó una condena firme. La sentencia encontró acreditadas las denuncias de abuso sexual contra varias alumnas del jardín de infantes de la escuela Ceferino Namuncurá, donde el acusado se desempeñaba como profesor de educación física.
El fallo que revirtió la absolución
Según explicó Moser Ferro, la clave de la condena en segunda instancia no fue la aparición de nuevas pruebas, sino una lectura diferente del mismo material probatorio. “Se usó el mismo plexo que se analizó en el juicio oral. Pero esta vez se aplicó lo que veníamos reclamando: la perspectiva de niñez”, afirmó.
La fiscal detalló que, en este tipo de casos, el testimonio de las víctimas cobra un valor central. “No se trata de repetir un concepto aprendido en un curso. Es entender que un chico no tiene por qué usar el lenguaje de un adulto, ni contar todo de una vez. A veces empiezan diciendo ‘me caí’, y sólo después de sentirse en confianza relatan lo que pasó”, señaló.
Uno de los hechos más contundentes, según remarcó la fiscal, fue el resultado de una revisión médica realizada en el Hospital de Niños. Una de las niñas presentaba una lesión en el introito vaginal, algo que, según explicó, “no se genera por una caída o un golpe accidental, sino por fricción”.
Moser Ferro con Danilo Chiapello y Verónica Ensinas. Foto:: Luis Cetraro.
“Las niñas no se conocían entre sí”
La defensa de Trigatti había sostenido en el juicio oral que los relatos de las niñas estaban influenciados por los adultos, e incluso llegó a plantear la hipótesis de una “histeria colectiva”. Ese argumento fue descartado por los jueces de segunda instancia.
“La Cámara advirtió que las niñas no tenían vínculo entre sí. Iban a grados distintos, a veces en turnos distintos. No había una construcción común de relato”, explicó Moser Ferro. Y agregó: “El fallo también señala cómo en primera instancia se tergiversaron dichos de docentes, poniéndoles en boca frases que no dijeron para sostener esa idea de contagio emocional. Eso fue muy grave”.
También destacó que los jueces reconocieron la validez del testimonio infantil como prueba central: “Es muy común que en Cámara Gesell los chicos corrijan a los adultos. Te dicen: ‘no, no era así’, o ‘no fue en ese lugar’. Eso demuestra la autenticidad del relato. No es algo que les haya sido inducido”.
La fiscal Moser Ferro solicitó que el docente Juan Trigatti (foto) quede detenido.
“Las familias nunca dejaron de confiar”
Durante el juicio, muchas de las familias de las víctimas no pudieron estar presentes en la sala porque eran testigos. Sin embargo, según relató la fiscal, se encontraban con ella a la salida de cada audiencia. “Nos veíamos en la plaza. Me preguntaban cómo había salido todo. Estaban devastados, pero no dejaron de confiar”, dijo.
La fiscal afirmó que la sentencia de primera instancia, que absolvió al docente, fue vivida como un impacto traumático por esas familias. “Fue como ver una película que no tenía nada que ver con la realidad que ellos vivieron. Por eso este fallo es reparador”, sostuvo.
Las cámaras que nunca aparecieron
Uno de los puntos que generó mayor controversia fue la inexistencia de imágenes de cámaras de seguridad en la escuela. Para la defensa, esa ausencia fue usada en su contra. Para la fiscalía, fue la escuela la que no colaboró con la investigación.
“La fiscal de instrucción pidió una orden de allanamiento para obtener las grabaciones. No se la otorgaron. Se intentó, a través del obispado, que se permitiera el acceso, pero no hubo respuesta. En otros casos donde hubo denuncias dentro de escuelas, lo primero que hacen es entregar las cámaras. Acá no ocurrió eso”, subrayó Moser Ferro.
Una causa con fuerte impacto social
El caso Trigatti se transformó en uno de los expedientes judiciales más comentados de los últimos años en Santa Fe. La figura del docente genera apoyos y rechazos en partes iguales, y tanto en el momento de su absolución como tras la condena, hubo manifestaciones públicas a favor y en contra.
Cuando se le preguntó si creía que la justicia quedaba mal parada por haber dado dos fallos tan diferentes, Moser Ferro fue categórica: “No. Hay muchos casos que se revierten en segunda instancia. Lo que pasa es que no trascienden. Este sí lo hizo, y está bien que la sociedad lo discuta.
“No veo ninguna irregularidad en esta causa”
Antes de intervenir en el juicio oral, Moser Ferro no formaba parte de la causa. Pero al tomarla, revisó todo el expediente. “La analicé en profundidad. No vi nada que me hiciera dudar. Y respecto al debate sobre las pruebas o las cámaras, la fiscal que instruyó solicitó todo lo que había que solicitar»
La fiscal también respondió a los cuestionamientos sobre los informes médicos iniciales, ya que en un primer hospital no hallaron signos de abuso. “En ese primer momento no hubo relato. Y cuando no hay relato, no hay indicios clínicos. Pero eso no quiere decir que no haya sucedido».
Gentileza El Litoral