El estado de las rutas nacionales está en al agenda de la provincia de Santa Fe, claramente con mayor ahínco que en la del gobierno central. Así se desprende de los dichos del vocero presidencial Manuel Adorni quien, en la conferencia de prensa del martes por la mañana, soltó: «Desde lo que respecta a la jurisdicción nacional, no tenemos ningún tipo de preocupación y nada que tengamos que agregar».
Fue al ser consultado por un periodista de Mendoza sobre el estado de una de las vías que atraviesan esa provincia cuyana y que va a ser utilizada en época de vacaciones por quienes decidan veranear por el país.
Sin embargo, no es solo turismo el que circula por las rutas nacionales. También hay producción que requiere de ingresos y salidas en buen estado.
Está claro que la afirmación del portavoz presidencial no cayó nada bien y, además, parece confirmar la presunción del ministro de Obras Públicas de la provincia, Lisandro Enrico, que apenas 48 horas antes había dicho que «para el Gobierno central las rutas nacionales no existen, no les importa, no les interesan», a la vez que advirtió que «la situación es insostenible».
«Diferencias de gestión»
Este miércoles, en el marco de la presentación de una nueva etapa del Operativo Dengue que convocó a municipios y comunas de distintos puntos del territorio santafesino, el presidente provisional del Senado, Felipe Michlig fue muy directo al describir la situación.
«Nosotros arreglamos las rutas, tratamos de pavimentarlas, de mejorar la transitabilidad porque queremos bajar la siniestralidad», dijo el senador por San Cristóbal para diferenciarse de Nación, y describió el panorama con un ejemplo concreto. «Cuando voy al departamento que represento, salgo por circunvalación, tomo la ruta, voy hasta Nelson y ahí veo el estado de la 11. Doblo a la izquierda y veo cómo avanza la repavimentación de la ruta 4 (que es provincial). Esas son las diferencias entre un gobierno presente y que se compromete con la gente», dijo el legislador, frente al gobernador Maximiliano Pullaro, la vicegobernadora Gisela Scaglia, la presidenta de la Cámara de diputados y diputadas Clara García, la Ministra de Salud Silvia Ciancio, el ministro de Gobierno Fabián Bastia y el secretario de Cooperación Cristian Cunha, entre las numerosas autoridades que estuvieron este miércoles en Ate-Casa España.
«Nos preocupan las personas que mueren en las rutas, nos preocupa la gente; hay una diferencia muy grande de gestión», cargó Michlig. «Podemos demostrar que, con austeridad, con honestidad y buena administración podemos tener un pequeño superávit y las cuentas en orden, pero también atender los reclamos de la ciudadanía», dijo, para marcar distancia con la gestión nacional que postula el equilibrio fiscal (consigna que celebran desde el oficialismo y el dialoguismo) pero reniega de cualquier inversión en obra pública. Aunque esa obra signifique evitar riesgos para la vida humana.
«Si no lo pueden atender, que lo transfieran que vamos a hacer todo lo posible», cerró el senador.