Graciela Mendoza (59), quien se desempeñaba como empleada del Cobem, fue encontrada muerta dentro de su vivienda ubicada en calle Llerena al 4100.

Los oficiales de la seccional 6ta., en respuesta a un alerta del 911 sobre un óbito, llegaron a la residencia en cuestión con una premura que reflejaba la gravedad de la situación.

Ausencia y preocupación

El primer testimonio significativo surgió de Mariel (38) una vecina del lugar que también trabaja en el Cobem, quien expresó su preocupación por la ausencia de Graciela en su puesto laboral desde el lunes anterior.

Intrigada por la falta de respuesta y al notar la vivienda cerrada, Mariel recurrió a las llaves de repuesto en manos de una vecina cercana.

Pero ni bien franqueó la puerta de entrada se encontró frente a una escena dantesca.

El cuerpo sin vida de Graciela yacía en el suelo, boca abajo, en una posición que no dejaba lugar a dudas sobre un acto violento.

Un adoquín junto al cuerpo

Un charco de sangre se extendía a su alrededor, mientras un adoquín, estaba cercano al cuerpo. Ante esta macabra visión, Mariel reaccionó con urgencia, contactando de inmediato al número de emergencias 911.

Al tratarse de una mujer muerta y con signos de violencia, por protocolo del MPA, hasta tanto se pruebe lo contrario, el caso será investigado como femicidio, a través de la Unidad Fiscal de Violencia de Género, Familiar y Sexual.

En este sentido, pasadas las 20 se estableció comunicación telefónica con el fiscal Matías Broggi quien, al tomar conocimiento de los detalles preliminares, ordenó la convocatoria de peritos y la intervención de la Brigada de Femicidios.

Por su parte el médico policial aconsejó la realización de una autopsia, a los fines de precisar la causa de la muerte.

Bajo perfil

Según pudo saber El Litoral, la víctima era una persona muy querida en el barrio.

Quienes la conocieron indicaron que este último tiempo Graciela había mermado su actividad social y se mostraba con temor por la situación de inseguridad.

Este detalle la habría llevado a pasar gran parte del día encerrada en su domicilio, a punto tal que si alguien llamaba a la puerta, era atendido por la ventana.

El suceso fue caratulado provisoriamente como "Investigación de Muerte", toda vez que las autoridades tienen firmes sospechas de estar ante un presunto acto violento.